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Valencia registra en 90 minutos más de 100 denuncias de carteristas

Las víctimas se localizaron en varios puntos del centro de la ciudad

Sin que fuera una sorpresa, la policía se vio ayer desbordada, entre las 10.30 y las 12.00, por las denuncias de robo de carteras y monederos que se registraron en el centro de la ciudad, sobre todo en la zona del Mercado Central y en las plazas de la Virgen y de la Reina. La policía distribuyó decenas de agentes en esos y otros puntos para tratar de localizar a los carteristas.

Pasadas las once de la mañana, vehículos cargados de agentes de policía nacional irrumpieron en el ambiente festivo que vivían las calles del centro de Valencia. Frente al Mercado Central quedó en servicio una unidad. Los agentes se dispersaron por las calles que desembocan en la plaza del Tossal -a un lado de la avenida de María Cristina- y las que conectan con Guillem de Castro -por el otro lado de la citada avenida-. Mientras la multitud tomaba las callejuelas con puestos de venta de cualquier artículo, de animales recién paridos a copias de CD's, y otros andaban a la caza de mesa y silla para el desayuno, avispados especialistas en el arte de meter la mano en el bolsillo sin ser apercibidos exhibían sus mejores artes dejando atrás decenas de sorprendidas víctimas.

La policía puso en marcha un operativo especial para, al menos, disuadir a los amigos de lo ajeno en la intensidad de su práctica en una jornada de calles abarrotadas.

Cerca de la imagen de la Virgen de los Desamparados cubierta de flores se apostaron varias unidades de la policía nacional, que entre búsqueda y búsqueda servían de improvisados agentes turísticos para quienes mapa en mano apuraban las últimas horas de Fallas. Y, a poco metros, en la plaza de la Reina, otras dos furgonetas policiales desplegaron agentes entre el público. A ellos se sumó un equipo de paisano que atrapó a varios trileros con las manos en la masa.

Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía, las fallas son un reclamo muy rentable para carteristas que de toda España se desplazan en los días grandes de la fiesta y despluman a su antojo. Cada año, se destinan agentes a frenar la incidencia en este tipo de delitos. Sin embargo, a pesar de la experiencia acumulada, la mañana de ayer se vivió 'una avalancha' de llamadas denunciando el robo de carteras, bolsos, monederos y teléfonos móviles -alguno de los cuales quiso ser devuelto a su dueño por el ladrón a cambio de dinero-. Fuentes policiales cifraron en más de 100 las denuncias recibidas en sólo 90 minutos, lo que provocó un auténtico desembarco de agentes.

Además de los carteristas, según las mismas fuentes, ayer fue un día de peleas y robos en vehículos, locales comerciales (un estanco, una empresa de informática, una perfumería, una tienda de regalos, dos de moda...) y viviendas, éstas últimas también mayoritariamente localizadas en el casco histórico.

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Quiosco de denuncias

'Me he pasado la mañana dejando mi móvil a gente a la que han robado la cartera. Una cosa increíble. Vender, vender... poco. Esto ha sido un quisco de denuncias'. Lola estaba en su puesto de chucherías y buñuelos desde las seis de la mañana. No le fue mal con los que acababan la juerga a primeras horas pero sí con los que salieron frescos de casa. En la esquina de la plaza de la Reina que da paso a la plaza de la Virgen se concentró buena parte de la actividad de los carteristas que dejaron sin un euro a los de aquí y los de fuera. 'Lo peor es que no puedes decir nada a una persona a la que acaban de vaciar los bolsillos, y menos aún cuando son extranjeros'.

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