El Gobierno reconoce que los delitos han crecido en el metro durante enero y febrero

Los delitos producidos en el interior del metro han aumentado durante los dos primeros meses del año. La Consejería de Obras Públicas estima que el incremento se produce de igual forma que en las calles: un 10% más que el año pasado. Se rompe así la tendencia descendente que se venía produciendo desde 1996. Ese año se registraron 1.395 delitos. En 2001 se registraron 307. Para frenar estos delitos, se aumentará la plantilla de guardias de seguridad en más de un 30% (cada día estarán 728 en servicio) y se crearán centros de seguridad en todas las líneas de metro.

El plan de choque que se puso en marcha en 1997 tuvo sus resultados positivos, según los datos proporcionados por la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transporte. Con el plan de 2002, el consejero Luis Eduardo Cortés pretende que no continúen aumentando los niveles registrados en enero y febrero. Aunque aún no tiene cifras concretas, estima que los delitos dentro del metro, en su mayoría hurtos y robos, han aumentado un 10%.

'Nos adelantamos a los hechos', afirmó Cortés ayer durante la presentación del nuevo plan, 'antes de que la situación empeore'. Entre 1995 y 1996, los delitos registrados en el metro superaban los 1.300. Entre 1997 y 2001 fueron descendiendo progresivamente. Desde 1998 hasta el año pasado se registró una media de 300 delitos al año. Pero los servicios de seguridad también consiguieron frustrar, según la consejería, 320 delitos el año pasado y 211 en 2000.

La consejería prevé que antes de verano ya estén trabajando a diario en los pasillos y vagones del metro 728 guardias de seguridad (194 más de los que hay en la actualidad). La plantilla global la forman, de momento, 865 personas, pero en los próximos meses aumentará hasta 1.179, que se turnarán de forma que patrullen cada día 728. Eso supone que habrá una media de cinco vigilantes por estación de metro si se tienen en cuenta las 156 paradas que hay en la actualidad y sin contar las futuras que se crearán con el metrosur.

Los vigilantes, al pertenecer a tres empresas de seguridad, llevan uniformes diferentes, lo que según Cortés confunde a los usuarios. El consejero afirmó que deben ser rápidamente identificables para que las víctimas de delitos sepan a quién dirigirse. Por eso se les pondrá un distintivo común que llame la atención y que unifique a todos los guardias de seguridad, aunque de momento no se sabe cuál será.

El plan también incluye la creación de centros de control de seguridad. Metro tiene sólo uno central en la estación de Alto del Arenal (situada en la línea 1). Cuando se ponga en marcha el proyecto, se construirán otros 10 -uno en cada línea- que tendrán funcionamiento autónomo. Cada centro de control será responsable de la seguridad en esa línea, pero avisará automáticamente de cualquier incidencia a Alto del Arenal y al Cuerpo Nacional de Policía, según el consejero de Obras Públicas. Estos centros de seguridad ya se han empezado a construir en las estaciones de Nuevos Ministerios y la futura Puerta del Sur.

El plan se completa con el aumento del número de videocámaras que están disgregadas por las estaciones de metro y que también se instalarán en el interior de los vagones. Además se colocarán pantallas de plasma por los pasillos de algunas estaciones para que tanto los vigilantes como los propios usuarios vean lo que recogen las cámaras. Éstas tomarán imágenes en tiempo real.

Para antes de verano

Cortés afirmó que antes de verano estarían 'en marcha' los trabajos para instalar las pantallas y las vídeocámaras, pero que llevará 'bastantes meses de trabajo', porque las que irán instaladas dentro de los trenes sólo se podrán colocar cuando se estén sometiendo a tareas de mantenimiento.

A las paradas más conflictivas se les dará una atención especial. Sin embargo, Cortés no quiso aclarar cuáles son esas estaciones para no 'estigmatizarlas'.

La inversión en cámaras y pantallas de plasma asciende a 60 millones de euros (10.000 millones de pesetas), a los que se le suman los 6 millones de euros que se invertirán en los nuevos guardias de seguridad.

Cortés presentó también ayer la nueva campaña que se va a poner en marcha contra el vandalismo, cuyo objetivo es concienciar a los usuarios de que cuiden el metro. Para esta 'campaña de mentalización', el consejero mostró unos bocetos en los que se pueden ver dibujos de varias personas que están limpiando pintadas o arreglando desperfectos. Dos frases aclaran el mensaje de los anuncios: 'No pretendemos que lo limpies. Sólo te pedimos que lo respetes'.