Metro aumenta a 700 los vigilantes para hacer más seguros los pasillos y los trenes

El Gobierno regional aumentará a partir de abril en un 50%, hasta alcanzar los 707, el número de vigilantes que velarán por la seguridad en el metro. El incremento de kilómetros y estaciones construidas ha obligado a la Consejería de Transportes a reforzar las medidas. Parte de estos vigilantes patrullará en los trenes. Todos irán conectados por radioteléfonos. Además, la mayoría de las estaciones y las cabeceras de red contarán con pantallas de plasma que permitirán controlar pasillos y andenes y conocer en el acto cualquier incidente. La inversión será de 60 millones de euros.

Si las previsiones del Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón se cumplen, el Ejecutivo regional habrá construido en ocho años 113 kilómetros de metro (56 en la anterior legislatura y 57 en la actual, que termina en 2003). En total habrá 28 nuevas estaciones del metrosur y cuatro en la línea 10, además de la macroestación de Nuevos Ministerios y la estación de Colombia, que se está reformando. Este espectacular crecimiento y el aumento de la inseguridad ciudadana en la región han obligado al Gobierno de la Comunidad a diseñar un nuevo plan de seguridad. El último data de 1995.

El proyecto para reforzar la seguridad en el metro lleva aparejadas medidas tanto humanas como técnicas. Un total de 234 vigilantes más se unirán a los 473 que actualmente trabajan en las estaciones, hasta elevar la plantilla a 707 guardas (un aumento del 50%).

Con este plan, el metro de Madrid se va a convertir en el subterráneo con más medidas de seguridad de toda Europa, según una de las empresas de seguridad que participan en el plan. El metro de París y el de Londres también están estudiando la instalación de pantallas de plasma en las estaciones, e incluso han realizado en algunos puntos pruebas de su utilidad. En Madrid, la macroestación de Nuevos Ministerios, que se abrirá en junio, contará ya con todo este dispositivo.

Una de las novedades que los expertos en seguridad consideran más importantes en el nuevo plan para el metro es la presencia de vigilantes en los trenes; los guardas realizarán 'patrullas móviles' para evitar la comisión de hurtos u otros delitos en los convoyes. Todos llevarán radioteléfonos, lo que les permitirá estar en contacto con la base incluso cuando los trenes se hallen dentro de los túneles.

El metro madrileño es uno de los escenarios predilectos de los ladrones, sobre todo los carteristas y descuideros. Por ejemplo, en los subterráneos del metropolitano se registraron en 1998 alrededor de 2.500 hurtos (siete al día), según la Jefatura Superior de Policía. La inmensa mayoría (2.236) fueron obra de descuideros, aprovechando las grandes aglomeraciones, mientras que los robos con intimidación fueron un total de 187.

Fernando Chicharro, secretario general de UGT en Metro, señala: 'El PP no facilita casi datos; pero, por los que manejamos nosotros, calculamos que en el metro se producen unos 20 delitos diarios, casi todos en horas de máxima aglomeración. Son pequeños robos que en muchas ocasiones no son denunciados por los usuarios. Todos los años aumentan los robos en noviembre, pero luego descienden en febrero. Este año, en cambio, las cifras se están manteniendo', explica.

Bandas organizadas

Ignacio Rivas, secretario general de CC OO en Metro, denuncia que desde hace un año se nota un aumento 'bastante notable' de la inseguridad. 'Ya no son los tradicionales carteristas, sino bandas organizadas y violentas que amedrentan a los pasajeros y a los trabajadores a punta de navaja', subraya. Rivas asegura que las estaciones más peligrosas son Pueblo Nuevo, Simancas, San Blas, Sol, Antón Martín y 'en general todas las de la zona centro'. 'Queremos más vigilantes, pero que se les dote de los elementos necesarios y que no se les obligue a trabajar más horas de las establecidas', agrega.

Las empresas de seguridad pretenden integrar en los nuevos equipos de vigilancia del metro a personas que dominen algún idioma extranjero. 'En el metro viajan cada vez más inmigrantes. Por eso tenemos agentes que hablan varios idiomas, incluyendo el árabe, tanto para facilitar el trabajo de seguridad en sí mismo como para ayudar a estos ciudadanos', explica el portavoz de una de estas empresas.

El último plan de seguridad del metro entró en vigor en 1995, y en el primer año logró reducir los robos en un 56%. Incluyó un aumento del número de agentes de seguridad y cámaras en algunas estaciones. Ese plan tuvo un presupuesto de 1.600 millones de pesetas (9,2 millones de euros).

El Cuerpo Nacional de Policía dispone sólo de una simple oficina instalada en la estación de Sol, cuyos agentes dependen de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana. Años atrás, esta oficina dependía orgánica y funcionalmente de la comisaría de distrito de Centro, y centralizaba y recopilaba denuncias e información de utilidad policial sobre los delitos que se producían en la red del metro. El reforzamiento de la seguridad en el subterráneo es uno de los objetivos de la compañía pública Metro, que en la actualidad tiene 158 estaciones bajo el suelo de Madrid y una red de unos 180 kilómetros.

Los grandes proyectos de Metro comenzaron a acometerse en 1999. En total, desde entonces y hasta 2003 se habrán hecho 57 kilómetros de red, de los cuales más de un 90% corresponde al metrosur. De esos 57 kilómetros, 39 han sido construidos mediante las grandes tuneladoras; el resto, con métodos tradicionales (ejecución a cielo abierto, entre pantallas y con falsos túneles). En total habrá 28 nuevas estaciones del metrosur y cuatro en la línea 10, además de la macroestación de Nuevos Ministerios y la nueva estación de Colombia.

El Gobierno regional habrá invertido en la construcción del metro, entre 1995 y hasta 2003, un total de 2.400 millones de euros (400.000 millones de pesetas).