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Un pacto entre Vodafone y Metro prevé que a finales de 2003 se pueda usar el móvil en gran parte de la red

Ramón Muñoz

La incógnita sobre cuándo los miles de usuarios podrán utilizar su teléfono móvil en el interior de las instalaciones del metro sigue sin despejarse. Metrocall, la empresa encargada en exclusiva de tender la red que haga posible la comunicación en los túneles y pasillos del subterráneo, firmó el pasado 25 de febrero un acuerdo con el operador Vodafone para desbloquear el conflicto que le enfrentaba a todos los operadores; pero el final del conflicto sigue sin vislumbrarse, puesto que ni Amena ni Telefónica Móviles están dispuestos a sumarse a ese pacto.

Por el citado acuerdo a dos bandas firmado por Metrocall (participada en un 60% por Tecnocom y en el restante 40% por Metro) y Vodafone (la segunda empresa de móviles de España), esta compañía se aseguraba el 100% del alquiler de la red, aunque bajo el compromiso de negociar la incorporación del resto de los operadores (Telefónica Móviles, Amena y Xfera) en las mismas condiciones.

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De esta forma, Metrocall, que había estado negociando infructuosamente con los operadores durante más de un año, deja en manos de Vodafone esas negociaciones y se centrará ahora en el despliegue de la red, según Luis Solera, máximo responsable de Metrocall y de Tecnocom.

La primera fase del proyecto, que se extenderá hasta finales de 2003, incluye la entrada en servicio de la red en la línea 8 del metro a partir de este verano y, sucesivamente y a lo largo de 2003, en la línea 6, metrosur y en los tramos centrales de las líneas 1, 2, 4, 5, 7 y 9.

Según el acuerdo suscrito entre Metrocall y Vodafone, en la segunda fase, que se prolongaría desde 2004 hasta 2008, se completaría la red de metro hasta alcanzar la cobertura total.

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Las condiciones económicas del contrato se ajustan precisamente a ese calendario. Así, en la primera fase, en la que Metrocall tendrá que realizar una inversión de 22,8 millones de euros (3.800 millones de pesetas), recibirá de Vodafone un alquiler de 7,2 millones de euros (1.200 millones de pesetas), facturando adicionalmente los costes de mantenimiento.

Alquiler adicional

En la segunda fase, en la que la inversión será de una magnitud similar, habrá un alquiler adicional que elevará el alquiler anual por encima de los 12 millones de euros. En total, más de 200 estaciones y un número similar de kilómetros de túneles tendrán cobertura para móvil.

Dicho importe se revisará con el índice de precios al consumo (IPC) y con la variación de horas anuales de viajeros en el metro. Los alquileres se asumen en principio sólo por Vodafone, aunque luego se repartirán proporcionalmente entre todos los operadores que se sumen al acuerdo.

Las expectativas que abre este acuerdo para desbloquear el conflicto, que ha paralizado durante casi un año el proyecto de telefonía móvil en el metro, son muy diferentes según las partes. Así, Metrocall considera que el acuerdo concluye con todos los problemas, al garantizar a todas las compañías de telefonía móvil la igualdad de condiciones para poder dar servicio a sus clientes en el metro.

Solera se mostró convencido de que, tras la firma del contrato, la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT), el organismo oficial que regula la telefonía, levantará la paralización cautelar de las obras que decretó el pasado mes de septiembre alegando que el Gobierno regional y Metro debían permitir que compañías como Telefónica, Amena y Vodafone pudieran tender su propia red en el interior del metro sin tener que depender de Metrocall.

Para Solera, la posibilidad de que cada compañía realice su infraestructura está completamente descartada por motivos de seguridad, agravados por las limitaciones de horario para trabajar en el interior del metro (sólo cuatro horas de madrugada). Además, considera que, como pedía la CMT, ya se dan condiciones de transparencia e igualdad de oportunidades para todas las compañías.

Por contra, Telefónica Móviles, que denunció el asunto no sólo ante la CMT sino también ante los tribunales ordinarios, sostiene que la situación, lejos de mejorar, se ha agravado: 'El monopolio no lo tiene ahora una empresa cualquiera, sino que ha pasado a depender de un rival directo nuestro [Vodafone]', protestan fuentes de Telefónica Móviles. Para esta compañía, que con sus más de 17 millones de clientes es la primera del sector en España, los términos del contrato y la rentabilidad del mismo no están nada claros, y no excluyen, además, pactos tácitos entre Vodafone y Metrocall.

Petición de amparo

Por eso, Telefónica va a seguir pidiendo el amparo a la CMT para que paralice las obras, y además no descarta volver a acudir a los tribunales para pedir medidas cautelares. Telefónica presentó una denuncia el pasado 22 de octubre ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TJSM) contra la Consejería de Urbanismo, Obras Públicas y Transportes por impedirle tender su propia red en el metro y por obligarle a alquilársela a Metrocall.

A la concesión en exclusiva del contrato a Metrocall se opusieron todos los operadores en un principio, y todos ellos se sumaron a la denuncia ante la CMT, aunque posteriormente se descolgó Vodafone, que aceptó firmar el contrato con la empresa participada por Metro.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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