La etarra López Riaño monta un mitin en su primer juicio por asesinato

La etarra Idoia López Riaño, Tigresa, dio ayer un mitin en el primer juicio que se celebra contra ella en España. La terrorista, para la que el fiscal pide 29 años de prisión por el asesinato el 16 de noviembre de 1984 del ciudadano francés Joseph Couchot al que se vinculó a los GAL, no reconoció al tribunal y se negó a declarar. Sin embargo, tras permanecer callada durante todo el juicio, en el turno de última palabra dirigió un discurso político en el que atacó a la Guardia Civil, a los periodistas y a los jueces y concluyó: 'Mientras se empecinen y se obcequen en que nos van a asimilar con este engendro de Estado que tienen, nosotros seguiremos enfrente y nos seguirán teniendo ahí hasta que no dejéis Euskal Herria en paz'.

La terrorista, de 38 años, que vestía completamente de negro -jersey de cuello vuelto y pantalón- aunque con un pañuelo violeta, dijo que todas las acusaciones contra ella fueron obtenidas bajo torturas y comparó el trato recibido por sus compañeros de comando Ramón Zapirain y José Ángel Aguirre -ya condenados- con la situación de los talibanes que se encuentran en la base estadounidense de Guantánamo (Cuba).

Por si había alguna duda de su pertenencia a la banda terrorista, Tigresa que tiene pendientes juicios por su participación en 23 asesinatos, concluyó su arenga con gritos de Gora Euskal Herria askatuta (Viva el País Vasco libre) y Jotake irabazi arte (Dales duro hasta ganar).

El presidente, Jorge Campos había intentado en varias ocasiones sin éxito que la etarra se ciñera al objeto del juicio: el asesinato de Couchot. No sacó ni una sola palabra sobre el crimen.

Como testigos comparecieron los otros dos miembros del comando Oker, al que Tigresa perteneció antes de integrarse en el comando Madrid, ya condenados por ese asesinato. Ramón Zapirain y el que dijo ser compañero de Idoia, José Ángel Aguirre, trataron de exculparla. Afirmaron que habían confesado bajo torturas la participación de Tigresa en el crimen y Aguirre llegó a decir que el asesinato de Couchot lo cometieron Zapirain, él y 'otra persona que no era Idoia'.

López Riaño, fue detenida en Aix en Provence (Francia) el 28 de agosto de 1994. En 1996 fue condenada en Francia a cinco años de prisión por asociación de malhechores con fines terroristas y tras cumplir la condena, el 9 de mayo de 2001 fue extraditada a España para ser juzgada por varios atentados en el que se cometieron 23 asesinatos, entre ellos, el del coche-bomba contra un autobús de la Guardia Civil, en la plaza de la República Argentina, de Madrid, en julio de 1986, en el que murieron 12 agentes.

Por otro lado, el juez Guillermo Ruiz Polanco ordenó el ingreso en prisión de Enrique Celestino Uriarte, quien estando preso en Nanclares de la Oca (Álava) ofreció a ETA pasar información sobre funcionarios de prisiones.