Rosa de Estonia

Ya falta menos para que se conozca el desenlace de Operación Triunfo, una historia que empezó el 22 de octubre de 2001 sin que nadie pudiera imaginar que se convertiría en un pollo de masas, al que tanto los concursantes como los espectadores llegamos hechos polvo. Tres canciones para tres artistas: Rosa de España, Ricitos de Oro y el Chaval del Andamio para los más cáusticos, y Rosa, Bisbal y Busta para los que valoran su tremendo esfuerzo. Como en la fase anterior del concurso, esta noche también decide el teléfono, aunque, para no meneallo, se prescinde de los móviles y se confía en la relativa credibilidad de los 906. La sentencia se hará pública a las 24.00, y constituirá otra de las puntas de audiencia de este inolvidable telemaratón por entregas.

Rosa compite con Europe's living a celebration, una canción que te va seduciendo a medida que la tarareas y que cumple las crueles leyes de todo hit festivalero: aunar una letra absurda con una melodía pegadiza. Bisbal, en cambio, defenderá Corazón latino, un tema elaborado a imagen y semejanza de Ricky Martin, muy caliente para el frío de Estonia y que, en mi opinión, deberíamos presentar al Festival de la OTI, con garantías de ganarlo. En cuanto a La magia del corazón de Bustamante, se parece demasiado a las baladas que acudirán a Eurovisión. Allí, además, Busta pasará desapercibido, ya que no podrá explotar la aureola biográfica que edulcora su intensa vocación. Por eso sería bueno reservarlo para el Festival de Benidorm, santuario del karaoke.

Así tendríamos una ganadora para Eurovisión (Rosa) y dos serios candidatos a la OTI y a Benidorm (Bisbal y Bustamante) y podríamos admitir de una vez por todas que ninguna de las tres canciones le llega a la suela del zapato a la viscosa y fascinante Mi música es tu voz. Canten conmigo, venga, que esto se acaba: 'A tu lado me siento seguro...'.