Las tarifas de los móviles se mueven
Telefónica Móviles y Vodafone reinician la guerra de precios tras un año de congelación
Tras un año de congelación, las compañías de telefonía móvil han reabierto la guerra de tarifas que se vivió hace dos años. Telefónica Móviles ha rebajado un 7% el precio por minuto de las llamadas de MoviStar. Vodafone ha reaccionado aplicando una disminución media a sus precios del 14%. La ventaja para los consumidores es obvia, aunque la comparación entre compañías no siempre es fácil dada la disparidad de planes de precios.
Telefónica ha rebajado un 7% el precio por minuto de MoviStar. Vodafone ha aplicado una disminución media a sus precios del 14%
Pese a la inconsistencia estadística que mantenía hasta ahora el IPC y, en particular, la polémica sobre el peso que tiene en la cesta de precios los distintos servicios telefónicos, no hay ninguna duda de que las tarifas de la telefonía móvil han sido una de las pocas que han experimentado una fuerte bajada en los últimos años. Desde que el móvil se abriera a la competencia, a comienzos de 1996, con la irrupción de Airtel (ahora Vodafone), se estima que los precios han podido caer más de un 50%. Las bajadas de tarifas, que mientras se mantuvo el duopolio Telefónica-Airtel en 1997 y 1998 eran bastante modestas (rondaron el 10% anual de media), se aceleraron con la irrupción de Amena, en 1999. Gracias al agresivo lanzamiento comercial del tercer operador, muy centrado en conquistar a los nuevos abonados y al público joven, las tarifas del móvil cayeron un 28% en 1999.
La irrupción de una nueva compañía y el boom de la telefonía móvil se prolongó en 2000. Las operadoras echaron toda la carne en el asador para conquistar el último terreno virgen que quedaba en un mercado que llegó a finales de año a los 24 millones de abonados y apuraron sus ofertas, en particular en las campañas de verano y de Navidad, regalando minutos de conversación para cazar clientes.
Mercado saturado
Pero el mercado español comenzó a dar signos de agotamiento a finales de 2000 y las operadoras, que se habían gastado millones de euros en subvencionar terminales para captar clientes a cualquier precio, dieron un completo viraje a sus estrategias comerciales, cerraron el grifo del 'casi gratis total' y se aplicaron en la fidelización, es decir, en conservar su cartera de clientes (en particular los que más consumen) en lugar de empeñarse en conquistar a los últimos españoles que aún no disponían de un móvil. En esa tesitura, y con la urgencia de comenzar a amortizar las inversiones multimillonarias que les ha supuesto el despliegue de tres redes completas de telefonía, las compañías abandonaron la batalla de los precios, que se mantuvieron congelados en 2001. El mercado, se dijo, estaba ya maduro, con un parque de más de 30 millones de móviles y una tasa de penetración.
Sin embargo, en las últimas semanas se ha reabierto esa guerra de precios con una maniobra inesperada de Telefónica Móviles, al aplicar una rebaja media del precio por minuto del 7% en su servicio MoviStar. La compañía que dirige Ignacio Ayer ha jugado fuerte para mantener el liderazgo porque, a diferencia de anteriores bajadas, el último reajuste anunciado el pasado 18 de febrero afecta al horario comercial y no sólo al reducido y a todos los clientes, tanto de prepago (sin cuotas ni factura) como, sobre todo, los de contrato y los abonados empresariales, los que tienen un mayor consumo.
Según explican en Telefónica Móviles, la 'última bajada de precios de MoviStar va en la línea de favorecer un mayor uso de la telefonía móvil, haciendo hincapié en la sencillez de los planes de tarifas y que el incremento del tráfico se produzca en cualquier hora, y no sólo en horario reducido'.
Telefónica Móviles, al poseer el 56,6% del mercado y 17 millones de clientes, tiene una gran influencia sobre sus competidores, que de una u otra manera no tienen más remedio que reaccionar ante cualquier iniciativa comercial importante. Sólo 11 días después, Vodafone respondió con una rebaja media de tarifas del 14% con el objetivo de ganar cuota en el mercado tras haber cedido un 3% de sus clientes a Amena durante el primer semestre del año pasado, según los últimos datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT).
En los últimos meses, Vodafone ha recuperado terreno (su parte del mercado ha pasado del 22% al 25%), pero su rival del grupo Auna le pisa los talones (17,6% de cuota) y la nueva dirección de la operadora, que tomó posesión en junio pasado, quiere consolidar su posición como número dos de la telefonía móvil en España. 'Nosotros no queremos una guerra de precios', aseguró el consejero delegado de Vodafone España, John de Wit. 'Nos ha ayudado que Telefónica moviera ficha primero, pero nosotros habríamos reducido las tarifas de todas formas', puntualizó. Reclutar a clientes más jóvenes a través del prepago será prioritario. Una factura más barata, pero también más clara. Los planes de precios de Vodafone, que cuenta con 7,7 millones de clientes, se reducen a la mitad (de 14 a 7) para evitar que el cliente se pierda en un mar de ofertas. En muchos de ellos se sacrifica la cuota mensual a cambio del compromiso del usuario de alcanzar un consumo mínimo y algunas ofertas pueden ser combinables. Las tarifas especiales para empresas se reducen un 15% y los clientes con contrato obtienen un recorte del 9% de media en los precios.
Pero lo que diferencia a la última ofensiva de tarifas de Vodafone de las anteriores es en las ofertas prepago, donde las rebajas medias anunciadas oscilan entre el 29% y el 32%. El objetivo es ir directamente contra Amena, que se ha hecho fuerte en este mercado del prepago, que emplean dos de cada tres usuarios particulares, con iniciativas como el contrato libre, por el que se paga una tarifa única a cualquier hora del día, y que la compañía británica ha replicado con su Vodafone Única, mientras que Telefónica acaba se sacar su Activa 24 horas.
Amena no ha contestado aún a la guerra desatada por sus competidores, porque considera que sus tarifas siguen siendo competitivas, pese a la última rebaja, y porque, según fuentes de la empresa, prefiere no dar pistas a sus rivales sobre su estrategia comercial.
En cualquier caso, la batalla de los precios no ha hecho más que comenzar. Una batalla que, aunque con menos crudeza, también se ha producido en la telefonía fija: según cálculos de Telefónica, desde 1997 hasta el pasado año las llamadas provinciales han registrado una disminución acumulada del 30,1%; las interprovinciales, de un 53,9%; las internacionales, de un 40,5%, y las de fijo-móvil, de un 37,49%. No obstante, la cuota de abono, la que pagan mensualmente todos los abonados por disponer de uná línea, ha subido más de tres euros.
Pese a las rebajas, el móvil sigue siendo un producto de consumo masivo pero caro, como acaba de poner de manifiesto la Comisión Europea, que ha anunciado que está dispuesta a forzar una bajada de las tarifas internacionales de telefonía móvil este mismo año, porque considera que las compañías aplican precios 'excesivos' a los usuarios que utilizan sus móviles cuando viajan al extranjero. Más madera.
Una maraña de planes para todos los gustos y para casi todos los bolsillos
A diferencia de lo que ocurre con la telefonía fija, las tarifas del móvil están totalmente liberalizadas, es decir, que son fijadas libremente por las compañías que operan en el sector, sin que el regulador -Gobierno y Comisión del Mercado de Telecomunicaciones- tenga ninguna potestad en esta materia. Aunque la comparación entre a la gran pluralidad de planes. No obstante, las compañías, aunque con variada denominación, organizan sus planes de precios en torno a cuatro grandes grupos de clientes: jóvenes, residenciales, profesionales y autónomos, y grandes empresas. En el primer grupo (Movistar Activa, Vodafone Tiempo Libre, Tarjeta Amena) las ofertas se concentran en el tiempo de ocio y en los mensajes. El precio por minuto es sensiblemente superior (entre un 35% y un 50% más caro según los planes y las compañías) que el que pagan los clientes con contrato. Para el cliente residencial (MoviStar Plus Elección, Club Vodafone, Contrato Amena), que dispone de contrato y paga una cuota mensual de abono, se diseñan ofertas que permiten elegir el horario, combinando también con el destino (llamadas en las misma ciudad y provincia y nacionales). La oferta para profesionales se concentra en el horario comercial e incorpora tarifas especiales para usos como el acceso a Internet o el correo móvil, mientras que para las grandes empresas, las ofertas suelen ser personalizadas. Todos estos planes sufrirán una revolución cuando se generalice el GPRS y, sobre todo, el UMTS, que permiten la transmisión de datos de Internet, y que utilicen la tarificación por 'paquetes de datos' y no por la duración de la llamada.
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