La Generalitat no desdoblará la futura variante sur de Lleida

El consejero de Política Territorial, Felip Puig, anunció ayer que la Generalitat no tiene intención de desdoblar la futura variante sur de Lleida porque los estudios elaborados por su departamento sobre el volumen de vehículos que circularán por ella hasta el año 2010 indican que no es necesario construir una vía con dos carriles en cada sentido. La carretera tendrá casi cinco kilómetros de longitud y costará más de 15 millones de euros (unos 2.500 millones de pesetas).

La construcción de esta vía con dos carriles por cada sentido es una vieja reivindicación del Ayuntamiento de Lleida, ya que facilitaría una conexión más rápida y segura con los polígonos industriales y con los barrios periféricos de Magraners y La Bordeta. Esta variante unirá las carreteras C-1313, N-240, Eix Occidental y N-II por el sur de la ciudad.

El proyecto inicial preveía la posibilidad de que la carretera pudiera convertirse en autovía, con calzadas separadas y dos carriles en cada sentido de circulación. Sin embargo, la Generalitat no lo considera necesario puesto que hasta el año 2010 absorberá un máximo de 7.000 vehículos diarios. Según Puig, el criterio para desdoblar una carretera es que supere los 15.000.

El alcalde de Lleida, el socialista Antoni Siurana, considera que la Generalitat cometerá un error histórico si no decide desdoblar la variante, como han reclamado siempre el consistorio, la Diputación de Lleida, la Cámara de Comercio y las asociaciones de transportistas. El alcalde advirtió de que desdoblar la vía en el futuro representará un coste adicional para los ciudadanos.