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Entrevista:HANS BLIX | Jefe de inspectores de la ONU para Irak

'No recibo órdenes de EE UU, sino del Consejo de Seguridad'

Si consigue volver a Irak, Hans Blix, el director de la Comisión de la ONU para la Verificación e Inspección (Unmovic), tendrá 60 días para averiguar si Sadam Husein esconde armas de destrucción masiva. Este diplomático sueco lleva dos años preparando su viaje. Su agencia sustituyó a la polémica Unscom, que en diciembre de 1998 tuvo que evacuar el país ante la inminencia del bombardeo anglonorteamericano. Desde entonces no ha habido ninguna inspección.

Blix pisó Bagdad por última vez en 1991. Era el jefe de la Agencia Internacional para la Energía Atómica, un organismo que también participó en las labores de desarme. En la mesa de su despacho del piso 31 del edificio de Naciones Unidas en Nueva York, tiene el libro que su predecesor, Richard Butler, escribió sobre sus experiencias al mando de Unscom. Muchos países responsabilizaron en parte a Butler del fracaso de la misión. A sus 73 años, Blix posee un estilo muy distinto al del volcánico australiano. 'Yo no tengo genio', comenta bromeando.

'Hay 230 personas, desde microbiólogos a expertos nucleares, listas para ir a Irak'
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Pregunta. ¿Qué ha estado haciendo durante dos años?

Respuesta. Hemos entrenado a nuestro personal, algo que Unscom nunca hizo. Tenemos a 230 personas, desde microbiólogos a expertos nucleares, listas para ir a Irak. Hemos preparado la logística de la operación: dónde deberían ir los equipos, los laboratorios, las cámaras de vigilancia. También hemos analizado el más de millón de documentos y 50.000 fotografías de Unscom y hemos contratado a satélites comerciales para tener una primera idea de lo que ha cambiado en tres años.

P. ¿Tiene pruebas de que Sadam ha reconstruido su arsenal?

R. No tenemos pruebas pero hemos visto por satélite que algunas instalaciones, entre 50 y 100, han sido reconstruidas después de los bombardeos de 1998 e incluso ampliadas. Puede ser algo inocente o no. En tres años han tenido tiempo de sobra.

P. ¿Cómo espera evitar los errores de Unscom?

R. El próposito de las inspecciones es demostrar que Irak ya no tiene ni produce armas de destrucción masiva. Para eso hace falta vigilancia por satélite, helicópteros, entrevistas y fuentes confidenciales. Supongo que necesitaríamos más medios que Unscom sobre todo si debemos inspeccionar instalaciones de posible doble uso, militar y pacífico. Debemos ser rigurosos. Inspecciones cosméticas serían peor que nada.

P. Pero éste es un sistema viciado desde el principio, puesto que no puede funcionar sin la cooperación de los iraquíes.

R. Es cierto. Si los iraquíes no quieren cooperar no puede haber inspecciones. Pero me remito a las resoluciones de la ONU: las sanciones sólo se suspenderán si cooperan por un periodo de 120 días. De lo contrario, se mantendrá el embargo. Está en manos de Bagdad. Si en 1991 el Gobierno iraquí hubiera cooperado completamente, quizá se hubieran levantado las sanciones en medio año.

P. El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, ha dicho que desconfía de las inspecciones; EE UU ha multiplicado las amenazas contra Irak y es muy probable que Washington quiera endurecer tanto sus exigencias que Bagdad las juzgue simplemente inaceptables. ¿No teme que le utilicen en una operación ya programada?

R. Yo me limito a lo que expresan los jefes de Gobierno y el presidente George W. Bush insiste en las inspecciones. Luego hay muchas opiniones. No recibimos instrucciones de Washington, sino del Consejo de Seguridad. No sé de ninguna decisión de EE UU de atacar Irak. Hablan de ello. No es lo mismo.

P. ¿De verdad piensa que los inspectores volverán?

R. Creo que hay bastantes posibilidades. Más que hace un año. Pero a lo mejor me equivoco. No tengo una bola de cristal.

P. ¿Por qué eligió un puesto tan delicado? Estaba a punto de retirarse y no fue el primer nombre presentado por Kofi Annan .

R. Pasé ocho años como responsable de las inspecciones atómicas en Irak. Me lo pidieron y no pude decir que no. Pero le aseguro que no me presenté voluntario.

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