'En Euskadi nunca se ha comido tan bien y con tantas garantías como ahora'

Luis González de Galdeano (Vitoria, 1940) tiene una obsesión: que la Administración sanitaria gane en credibilidad ante la ciudadanía. El director de Salud Pública del Gobierno vasco es consciente de que un buen trabajo de años se puede venir abajo por perder un minuto ante un alerta alimentaria o por un caso de meningitis. La transparencia en la gestión y la eficacia son las máximas que rigen su actuación. Desde la experiencia que le da llevar siete años en el cargo, afirma que en 'Euskadi nunca se ha comido tan bien y con tantas garantías como ahora'. Y para corroborarlo recurre a los datos: el reciente análisis de una serie de alimentos le ha permitido constatar que ha descendido la contaminación por dioxinas respecto a la que presentaban los mismos productos hace cinco años. Según Galdeano, las redes de protección para garantizar al seguridad de los alimentos funcionan a la perfección en Euskadi.

'Estamos en una situación de vigilancia extrema por los casos de meningitis'

'Las redes que garantizan la seguridad de los alimentos funcionan bien'

Pregunta. Las últimas crisis alimentarias han puesto en guardia a la población. ¿Pueden estar tranquilos los vascos sobre lo que comen?

Respuesta. En Euskadi nunca se ha comido tan bien y con tantas garantías como ahora. Y eso lo puedo avalar con datos. En breve se presentarán los resultados de la última evaluación del programa Dieta Total. Cada cinco años se hace una analítica de la contaminación por dioxinas que sufren una serie de alimentos. Los primeros datos, comparados con los de hace cinco años son extraordinarios: se ha producido un descenso. Las buenas prácticas de las empresas alimentarias, los controles de la Administración y el hecho de que la contaminación ambiental está descendiendo han contribuido a estos buenos resultados.

P. ¿Y por qué en la sociedad persiste una sensación de inquietud y se extienden las sospechas?

R. La gente cada vez está más concienciada de que quiere comer bien. Hace diez años ni sabíamos que existían la dioxinas. Por eso, desde 1990 tenemos un banco de alimentos guardados que nos permite ver la evolución. Lo cierto es que desciende la contaminación de los alimentos por metales pesados, la intoxicaciones alimentarios han bajado, la calidad de los establecimientos hosteleros es muy buena. La ciudadanía se alarma con escándalos puntuales que en absoluto se pueden generalizar al resto de la cadena alimentaria.

P. ¿Las redes de protección para garantizar la seguridad de los alimentos funcionan con eficacia?

R. Rotundamente sí. Es cierto que en algunos casos ha fallado la información en origen, como en el caso de los pollos belgas contaminados con dioxinas. El Gobierno de Bélgica estuvo lento y no informó a tiempo. En Euskadi la política es de transparencia plena cuando surge alguna alarma o crisis alimentaria, como la de las vacas locas. Desde el momento en que nos llega la alerta, actuamos con celeridad y de manera radical. El mercado es muy dinámico y rápido y a veces puede resultar lógico la falta de información, pero cada vez resulta más difícil el fraude. Todo sale a la luz y actuamos sin miramientos.

P. ¿Cree que la Administración tiene credibilidad entre la ciudadanía?

R. La credibilidad se gana demostrando que cuando hay crisis se actúa y se hace bien. Es importante que los ciudadanos sepan que la Administración controla el medio ambiente, los alimentos y las enfermedades. Pueden producirse problemas, pero estamos encima de ellos y eso a la larga hace que la ciudadanía confíe en tu trabajo. Tengo la sensación de que en otros países los gobiernos tienen más credibilidad. Aquí todavía no lo hemos conseguido. La sociedad tiene que sentirse protegida. Para eso, que conozca lo que hacemos es muy importante. Controlamos todo el día, pero si en una situación de emergencia no funcionamos bien, perdemos la credibilidad. Lo más importante es guiarse con transparencia y ser eficaces a la hora de atajar los problemas.

P. ¿Es partidario de crear una agencia de seguridad de los alimentos?

R. Hay que evaluarlo. Es imprescindible la colaboración entre las diferentes secciones que integran el control de la alimentación, desde la producción hasta la distribución. Aspectos como la epidemiología podrían quedar descolgados de esa agencia y en mi oponión prescindir de la epidemiológica en cualquiera de los procesos es un error inmenso. Vamos a esperar y ver cómo funciona en el Estado.

P. Uno de los objetivos del terrorismo internacional puede ser provocar grandes crisis alimentarias, por ejemplo contaminando el agua.

R. La dirección hace una analítica continua del agua y los diferentes organismos que controlan los embalses tienen previstas soluciones en cuanto haya una contaminación para cortar el suministro. Ya se ha mantenido una reunión entre el Gobierno vasco con Amvisa y el Consorcio de Aguas de Bilbao para tratar ese tema. No creo que sea probable esa contaminación, pero, en cualquier caso, el agua se controla de una manera exhaustiva.

P. Los casos de meningitis detectados en colegios de Portugalete y Barakaldo han desatado la alarma.

R. Todo está controlado, aunque es verdad que estamos en una situación de vigilancia extrema porque el periodo de mayor peligro es ahora: febrero, marzo, abril y mayo. Lo de Portugalete ha sido un brote. Y respecto a los casos registrados a lo largo de enero y febrero de este año nunca se puede hablar de una epidemia.