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Reportaje:

Pros y contras de las candidaturas olímpicas

El paso atrás del alcalde de Sevilla cuando había un acuerdo casi hecho con Madrid obliga a partir de cero

El futuro de una hipotética candidatura olímpica única que represente a España en la carrera por acoger los Juegos de 2012, y que unifique los esfuerzos desarrollados hasta ahora por Sevilla y Madrid, se dilucida esta mañana en la reunión que tienen previsto mantener en el Hotel Alfonso XIII de la capital hispalense delegaciones de los proyectos de ambas ciudades.

En los salones del hotel sevillano está previsto que se vean las caras Alfonso Seoane, presidente adjunto de la Oficina de Promoción Deportiva de Sevilla, ente encargado de mantener viva la candidatura olímpica hispalense, e Ignacio del Río, consejero delegado de Madrid 2012, acompañados por sus principales responsables técnicos: Herminio Menéndez y Feliciano Mayoral, respectivamente.

El Ayuntamiento de Madrid cree necesario invertir entre 4.200 y 4.800 millones de euros

La de esta mañana es, al menos, la sexta reunión entre representantes de ambas oficinas, desarrolladas a lo largo de los dos últimos meses y de las que había salido un acuerdo técnico prácticamente cerrado. Según el citado pacto, Madrid lideraría la candidatura, Sevilla, en calidad de subsede, acogería competiciones de remo, piragüismo y la fase previa de fútbol, y el campo de regatas para la vela se ubicaría en la Bahía de Cádiz.

Sin embargo, la presión política sufrida por el alcalde socialista de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, en la última semana, después de que el inminente pacto saltara a los medios de comunicación, podría llegar a frustrar la negociación y volver a poner al Comité Olímpico Español (COE) en la tesitura de elegir en primavera entre ambas propuestas.

La rotunda negativa mostrada ante un posible acuerdo en el que Sevilla cediera su condición de sede a Madrid por los miembros del grupo andalucista en el Ayuntamiento de Sevilla y por relevantes personalidades ciudadanas hicieron dar marcha atrás a Monteseirín cuando el pacto era ya casi un hecho y volver a las posiciones de origen, descalificando la relevancia de las negociaciones mantenidas hasta la fecha y manteniendo la teoría de que debe ser Madrid la que se sume a la candidatura de Sevilla y no al revés, una hipotesis que el ayuntamiento de la capital de España jamás llegará ni siquiera a plantearse.

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Así las cosas, la reunión prevista para esta mañana retrotrae las posturas al origen de las negociaciones, con cada ciudad defendiendo su capital como posible organizadora de unos Juegos Olímpicos. Pese a que semejante paso atrás, que supone una gran falta de realismo para la oposición del PP en el Ayuntamiento de Sevilla e incluso para muchos miembros del PSOE, podría poner al borde de la ruptura las negociaciones, un repaso a diversos elementos básicos en el diseño de una candidatura olímpica sirve para sopesar los pros y los contras con los que cuenta cada proyecto:

- Antigüedad. Los expertos en Juegos Olímpicos dicen que la carrera para conseguir ser sede de una edición es una competición de fondo. Ése es uno de los principales argumentos que esgrimen los defensores de la candidatura sevillana. Barcelona recibió el encargo para 1992 al séptimo intento. Sevilla afronta su tercera aventura olímpica, tras ser apeada de la carrera a las primeras de cambio tanto en la lucha por los de 2004 como por los de 2008. Madrid, pese a amagos anteriores, es una recién llegada.

- Envergadura de la ciudad. Este factor decanta la competición de forma obvia a favor de Madrid. La capital española cuenta a su favor con esa misma condición y con una población de más de 2.800.000 personas censadas. Sevilla, por contra, roza los 800.000 habitantes. La mayoría de ciudades candidatas a la concesión de los últimos Juegos superaban la cifra de dos millones de residentes.

- Respaldos políticos. La candidatura olímpica de Sevilla nunca ha contado con el apoyo convencido de todas las fuerzas políticas representadas en el Ayuntamiento. Surgió bajo el mandato de Alejandro Rojas-Marcos y su partido, el PA, ha sido siempre el gran impulsor de la idea, que ha contado con el consentimiento, más que el respaldo convencido, de sus sucesivos aliados mayoritarios en el Consistorio, PP y PSOE, y con la oposición militante de IU. Ahora los andalucistas acusan a los socialistas, en cuyas manos está el sueño olímpico desde 1999, de dejar morir la idea poco a poco. El acuerdo con Madrid sería el cerrojazo definitivo. Por contra, en la capital madrileña, la posibilidad de presentar su candidatura a los Juegos de 2012, planteada oficialemente por el gobierno popular de Álvarez del Manzano en septiembre de 2000, ha contado desde el primer momento con el consenso tanto de PSOE como de IU, los grupos de oposición en el Ayuntamiento de Madrid, y con el impulso de la comunidad autónoma madrileña, gobernada por el también popular Alberto Ruiz Gallardón. Las instituciones estatales, tanto deportivas (COE o Consejo Superior de Deportes) como políticas, mantienen una aparente ecuanimidad a la espera de la decisión, bien de las propias candidaturas ahora, bien del propio COE en unos pocos meses.

- Capacidad organizativa. Desde que Sevilla se postuló como candidata a organizar unos Juegos Olímpicos, ha sido sede de diversas competiciones deportivas internacionales de gran relevancia. La estrella del currículo deportivo de la ciudad son los Mundiales de atletismo de 1999. Pero también se han celebrado unos campeonatos de Europa de natación en 1997, del Mundo de gimnasia rítmica por equipos en 1998, y se disputarán este mismo año los Mundiales de remo y piragüismo y, el próximo, la final de la Copa de la Uefa. Madrid, en cambio, desde que fuera sede de la final del Mundial de fútbol de 1982, no ha vuelto a acoger una competición de relumbrón hasta el pasado año cuando, gracias a la repentina renuncia de Viena, fue sede del Mundial de gimnasia rítmica.

- Infraestructuras. Pese al esfuerzo inversor realizado en Sevilla con ocasión de la Exposición Universal de 1992, el desafío de la organización de unos Juegos deja al descubierto enormes carencias. El aeropuerto, ampliado para entonces, sigue siendo de dimensiones domésticas; la segunda autovía de circunvalación, el anillo ferroviario y la construcción del metro, son solamente proyectos; y la ciudad cuenta con algo más de 20.000 camas de hotel, cuando para ser sede en 2008 se le exigieron, al menos, 40.000. En este apartado Madrid sale claramente beneficiada, pese al permanente caos circulatorio que ya forma parte de su identidad como ciudad. Su aeropuerto internacional está siendo ampliado; con la autovía M-40 casi terminada, la M-50 ya está en construcción; su completa red de metro no deja de crecer; y su capacidad hotelera será en los próximos años, y en función de proyectos ya autorizados por la Comunidad de Madrid, de 70.000 plazas en la región, 59.000 de ellas en la capital.

- Instalaciones deportivas. En el proyecto que Madrid prepara para 2012 hay más dibujos sobre el papel que realidades. El Ayuntamiento madrileño cree necesario invertir entre 4.200 y 4.800 millones de euros, con los que construirá un estadio junto a las actuales instalaciones de La Peineta y, en sus cercanías, un gran pabellón, las piscinas y la villa olímpica. Otro pabellón iría en la actual ciudad deportiva del Real Madrid y aún tiene por resolver dónde celebrar las competiciones de remo, piragüismo y tenis, entre otras. Además, la costa, para las pruebas de vela, queda algo lejos de la capital. Sevilla cuenta a su favor con un carísimo (más de 120 millones de euros) pero estupendo estadio ya construido en La Cartuja, uno de los mejores canales de remo y piragüismo del mundo (el Guadalquivir), y la cercanía de la costa.

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