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Una propuesta de Ripoll destapa la utilización partidista del PHN en el pleno de las Cortes

El error político del vicepresidente facilita oxígeno a un PSPV atrapado en su confusión

La propuesta del vicepresidente del Consell, José Joaquín Ripoll, de suspender el pleno de las Cortes sobre el Plan Hidrológico Nacional (PHN) cuando no se habían debatido ni votado las propuestas de resolución de los grupos socialista y popular reveló hasta qué punto el Consell estaba utilizando el parlamento de forma partidista. Ripoll pidió que el debate decayera porque 'el objetivo de la comunicación del Gobierno estaba conseguido' tras conocer que el Parlamento Europeo no se opondría a la financiación de las obras del PHN. El error político del vicepresidente sirvió para que los socialistas tomaran oxígeno en un debate del que no sabían muy bien cómo salir tras las constantes descoordinaciones en que cayeron.

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Oficialmente, el PP había forzado el cambio del orden del día para incluir una comunicación del Consell que pretendía defender el PHN y su financiación europea, supuestamente en peligro por una enmienda aprobada en la comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo que hoy será votada en el pleno de aquella Cámara. Pero la verdadera finalidad era otra, porque los populares sabían de antemano que la citada enmienda no constituía ninguna amenaza. Su único objetivo era incidir una vez más en las contradicciones de los socialistas, atrapados por las posturas divergentes en torno al PHN que mantienen en las distintas comunidades autónomas afectadas.

De acuerdo con el guión, el consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes abrió el debate con una intervención que en algunos de sus pasajes contrastaba con el tono habitual de sus comparecencias y en la que se adivinaba la mano del aparato de Presidencia de la Generalitat. Tras reconocer que la enmienda promovida por la eurodiputada socialista Maruja Sornosa tenía 'poca trascendencia', que era 'un asunto de poca importancia intrínseca, poco más que una anécdota' y afirmar que la financiación europea del PHN 'no está en peligro', el consejero criticó la 'deslealtad' del PSPV por seguir con su 'política de equívocos'.

La réplica de socialista corrió a cargo del diputado Andrés Perelló, quien empezó compadeciendo al consejero por el 'papelón' que le había tocado y se preguntó: '¿A qué hemos venido hoy aquí, si la enmienda tiene poca trascendencia, si es una anécdota?'. Él mismo se contestó: 'A escenificar una farsa y una manipulación y a atacar al PSPV'. Perelló acusó a los populares de actuar 'como unos batasunos cualquiera soliviantando la opinión pública' en contra de su partido con el objetivo de 'obtener impúdicos beneficios', acuciados por sus propios problemas, entre los que citó la sanidad, la inseguridad ciudadana, los barracones en educación y la deuda billonaria. El portavoz socialista declaró que su grupo no está 'en contra de que haya agua para la Comunidad Valenciana y para todo el que la necesite', pero añadió que los socialistas no quieren 'ser cómplices de chanchullos en el uso del agua'. Y acusó al PP de optar por la guerra: 'Si no fuera así', añadió, 'el presidente [Eduardo Zaplana] no hubiera emulado a Josu Ternera amenazando a nuestro secretario general', Joan Ignasi Pla.

El guión del pleno continuó como estaba previsto: los populares se mostraban comedidos, pero sin dejar de hurgar en las contradicciones de los socialistas, a los que el portavoz Rafael Maluenda acusó de un 'delito de lesa patria' por pedir en Europa que no se financie el PHN. Por su parte, tanto Esquera Unida, por medio de Joan Antoni Oltra, como el Grupo Mixto, por mediación de Joan Francesc Peris, ambos libres de las ataduras partidarias que condicionaban a los socialistas, reiteraron su rechazo el plan hidrológico.

La sesión quedó suspendida a mediodía. Se ranudaría por la tarde con el debate de las propuestas de resolución que presentaran los grupos. Y así fue. Pero cuando se acababa de rechazar la primera, de EU, saltó la sorpresa.

Ripoll se levantó de su escaño para anunciar que la enmienda de Bruselas había sido troceada de manera que la parte relativa a la financiación del PHN no saldría adelante -algo que se había conocido horas antes- y pedir que decayera el debate dado que, según añadió, 'el objetivo de la comunicación del Gobierno está conseguido'. La intervención de Ripoll, que fue entendida como una provocación por los grupos de la oposición, venía a redondear el despropósito y la desmesura de un debate que sólo sirvió para poner de manifiesto la utilización interesada de la Cámara por parte del Consell.

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