El chico que deseaba ser francés
Trezeguet no dudó en dejar Argentina a los 19 años para abrirse camino en Europa y ahora golea y triunfa en la 'Juve'
El día que David Trezeguet dejó atrás Florida, su barrio de Buenos Aires; su club, el Platense, y sus amigos de la infancia, tenía 17 años. También poseía un pasaporte francés por su nacimiento, casi accidental, en Rouen (15 de octubre de 1977). Los vecinos porteños le conocían como El Francés, pero nadie se tomó en serio lo que parecía una obsesión infantil por regresar al país de su primera inscripción civil. Sólo sus padres le prestaron atención. Su madre asegura: 'No sé por qué, pero David siempre dijo que quería ser francés'.
Riazor será testigo hoy del estilo clásico de este delantero centro de referencia, de los que quedan pocos. Trezeguet, que fichó por el Mónaco en 1995, juega desde 2000 en la Juventus y ha coleccionado dos Ligas francesas y un Campeonato del Mundo y otro de Europa con la selección de Zidane. Pero eso no es todo. El Francés va camino de ser toda una estrella. De momento, aspira a ser el máximo goleador de la Liga italiana (16 tantos en 24 partidos) y encabeza la tabla en la Liga de Campeones (8 en ocho).
Molina, en un gran momento, tendrá un tremendo desafío en su área. 'Con el tiempo, comprendí que no era un jugador demasiado rápido y que tenía que convertirme en un delantero centro bastante fijo', dice Trezeguet; 'espero el balón más que voy a buscarlo'. Quizá por eso, tras el impacto que le causó Maradona en México 86, su ídolo fue Batistuta, ahora en el Roma. Él no es tan rápido ni tiene su regate, pero es audaz, oportunista, buen cabeceador y muy potente. Sus 190 centímetros y su técnica, regular para Florida, pero más que suficiente para Europa, le conceden un arma notable.
Trezeguet tiene carácter. A los 19 años fue capaz de asumir la responsabilidad de llevarse a su padre y su madre a Mónaco a cambio de 2.000 euros al mes. Perdió el tren de la selección sub 20 argentina, pero maduró de la mano de su entrenador, Jean Tigana. 'No me sentía francés', dijo curiosamente a L'Equipe sobre aquella época. 'En casa todos los días tomamos mate', confesó su madre.
Lo cierto es que decidió cortar sus raíces a la búsqueda de un protagonismo que veía imposible en Argentina. Las luces enfocaban a Hernán Crespo, hoy el delantero número uno. Crespo, que tiene su misma edad, 24 años, fue su vecino rico durante tres lustros. Los dos residían en Florida. Crespo, afincado en la zona noble, fue captado por las divisiones inferiores del River Plate y Daniel Passarella no tardó en vaticinar su gloria. Trezeguet, en la pobre, fichó por el modesto Platense, en el que llegó a jugar con los profesionales, y siempre pensó en Francia como una vía de escape.
El año pasado, Trezeguet pidió audiencia a su ex técnico Carlo Ancelotti, que le dijo: 'Aquí tratamos a todo el mundo de la misma manera'. 'Eso no es verdad. Si no cuenta conmigo, quiero saberlo, para marcharme a otro club', le respondió. Cinco meses más tarde, su competidor por el puesto, Inza-ghi, dejó la Juve tras intentar, sin éxito, renovar su contrato.
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