Todos bailan en la ciudad del vino
El Festival de Jerez, que comienza hoy, se ha consolidado como uno de los certámenes esenciales del flamenco
El Festival de Jerez se ha consolidado en seis años como uno de los eventos flamencos cíclicos más importantes. Unos 730.000 euros (121 millones de pesetas) de presupuesto dan para una docena de días, desde hoy hasta el 11 de marzo, en los que los espectáculos de corte moderno y de gran aforo en el teatro Villamarta se alternarán con el flamenco de solera y sin efectos sonoros y lumínicos del Palacio de Villavicencio, lo que ofrezcan las peñas en sus locales y, sobre todo, las clases de los 18 cursos de baile flamenco que se impartirán en instalaciones del propio teatro y diversas salas de la ciudad.
La actuación de apertura correrá a cargo del Ballet Nacional de España con Fuenteovejuna, una obra coreográfica de Antonio Gades, dirigida por Elvira Andrés, que aquél ya puso con su compañía, su baile y su dirección en 1995 en el teatro de la Maestranza de Sevilla y que volvió en noviembre de 2001, tal como ahora se presenta.
Sin embargo, la obra que quizás haya levantado mayor espectación es Salomé, dirigida por Carlos Saura e interpretada por el ballet de Aída Gómez. El espectáculo, estrenado en Santander a finales de enero pasado, es la versión teatral de la película que espera ver la luz el próximo septiembre y por medio de la cual el cineasta prosigue su viaje por las culturas sureñas.
Siguiendo con las recuperaciones, el Villamarta volverá a acoger, a los 10 años de su estreno, las escenas de Torero, de Antonio Canales; pero, a la vez, tendrá en sus tablas a valores muy jóvenes, como Belén Maya al compás de Mayte Martín.
También pasarán por la escena Israel Galván, Andrés Marín y Rafael Campallo en un mano a mano, Antonio el Pipa, Manolete, Carmen Cortés y El Güito, Cristobal Reyes, Rafaela Carrasco y la compañía de Javier Latorre, el viaje del baile español al flamenco -A mi manera- que propone el maestro José Granero con María Pagés, Mayte Bajo, Maribel Gallardo, Lola Greco y Beatriz Martín y El baile es mujer, con Isabel Bayón, Ana Mari Bueno, Merche Esmeralda y Milagros Mengibar... y, naturalmente, la guitarra de Moraíto. El abanico teatral lo cerrarán Manuela Carrasco y La Paquera que, vuelta al glamour de aficiones foráneas, nunca lo ha perdido en Jerez.
Los Conciertos del Palacio -como se llama a la programación que tiene lugar en el de Villavicencio- se mueven entre el estilo flamenco más clásico y las innovaciones jóvenes. Por allí pasarán del 28 de febrero al 10 de marzo Rancapino, Pepa de Benito, Eva Durán, Rafael Jiménez Falo, Antonio Malena, Bernardo y Juan Parrilla, José Luis Montón, Antonio Agujetas, Rocío Segura y Antonio Reyes.
Con todo esto, más la multiplicidad de actividades en las peñas flamencas, los organizadores esperan superar los 15.000 asistentes de la pasada edición. Aparte de los espectáculos, el prestigio del acontecimiento está forjándose en la aceptación de sus cursos de baile, que bajo la dirección de José Granero, dedicado particularmente a los niveles más altos, cada año atraen a la ciudad del vino a cientos de alumnos y alumnas. De las 450 plazas de este año para los niveles básico, de perfeccionamiento y de especialización solamente 32 han sido ocupadas por españoles. En las restantes el alumnado se reparte por países asiáticos -143 aspirantes, de los cuales 52 nacieron en Taiwan-, americanos de Argentina, Venezuela, Brasil, EE UU y Canadá, o europeos que llegarán no sólo de Francia, Italia o Alemania, sino también de Finlandia, Malta y Estonia. Incluso se han rellenado matrículas desde Suráfrica.
Más de 400 turistas de larga estancia, que, aparte de convertirse en émulos de la Argentinita, ocuparán plazas hoteleras o de establecimientos de restauración, beberán los caldos jerezanos y los comprarán para llevárselos. Sin embargo, los grandes ausentes de esta edición son la Consejería de Cultura, sin que entre los organizadores se hayan producido desavenencias y aunque el Centro Andaluz de Flamenco tenga su sede en la ciudad de Jerez, y la de Turismo. El festival, llevado adelante por el Ayuntamiento, contará, en cambio, con la colaboración de la Diputación de Cádiz, el Consejo Regulador de los caldos jerezanos, Unicaja y la Fundación ONO.
Los organizadores atribuyen la consolidación del evento, además de a la buena programación, al acierto en escoger unas fechas libres de cualquier competencia. En las cuatro primeras ediciones se estuvo celebrando entre abril y mayo lo que, inevitablemente, lo hacía coincidir con la Semana Santa, la Feria de Sevilla o la del Caballo. Con la apertura del siglo vinieron las nuevas fechas y ahora, cada año, desde el Día de Andalucía hasta mediados de marzo gentes de todo el mundo bailan flamenco en Jerez.
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