El cantante africano Ismaël Lô traslada su concierto a La Riviera

Si hubiera que elegir entre lo mejor de la semana, cinco apuestas diferentes se llevarían la palma: el senegalés de adopción nacido en Níger Ismaël Lô, cuyo concierto se iba a celebrar en la sala Arena pero que ante la demanda de entradas se traslada al más espacioso recinto de La Riviera; la tremenda garganta flamenca de Enrique Morente; otro Enrique, González, que muestra como nadie la renovación del pop de escuela madrileña. Y completan el panorama el trovador americano Elliot Murphy y el violín celta de Alasdair Fraser.

Ismaël Lô se ha acostumbrado a que le llamen el Dylan africano. Y todo porque se dio a conocer sólo con una armónica enganchada al cuello y una guitarra, únicos aspectos que remitían al cantante norteamericano, pues su estilo y manera de cantar eran bien diferentes. Y en España tampoco falla el que le recuerden porque una canción suya, Tajabone, sonaba de fondo en una de las escenas más emotivas de la película de Almodóvar Todo sobre mi madre. Pero Lô es un artista imponente por encima de manidos recursos. En su último disco, Dabah (hombre de gran corazón), vuelve a entregar su voz al servicio de unas dulces melodías en las que habla del racismo, de la pobreza, de África y de injusticias.

El granadino Morente celebra en el Johnny el día de Andalucía. Él es el dueño del cante grande, el hombre que ha mostrado el flamenco como un arte nuevo sin alterar la tradición. Un revolucionario que vuelve a un lugar muy querido para él cada 28 de febrero.

La portuguesa de origen caboverdiano Sara Tavares es otra voz que conmueve. En su disco Mi Ma Bo (Tú y yo), producido por Lokua Kanza, mezcla el soul con la tradición lusa y sirve para arrancar el nuevo ciclo de Emociona!!!Mujer, que se prolongará hasta abril. Emocionantes resultan también las voces de Mónica Molina o Sheila Cuffy.

Salitre 48 ha consolidado al madrileño Quique González como un valor en alza de la música española en general. Un cantautor eléctrico y rockero con letras que remiten a la edad de oro del pop madrileño encarnado en Los Secretos, Mamá o Antonio Vega. Elliot Murphy es como un Quique González a lo grande. El americano residente en París ha facturado otro precioso disco, Soul Surfing, con la ayuda de su inseparable Olivier Durand. El dúo zaragozano Amaral, de éxito actual con su tercer disco Estrella de Mar, ha sido elegido por el propio Murphy como telonero de su concierto.

Petisme, Montero, Krahe, Amor o el festival que une a Leo Minax, Eliseo Parra o Raúl Torres en torno a la obra del fallecido George Harrison son otras propuestas más que interesantes en torno a la canción. El rock más contundente y metálico viene de Nueva York con Biohazard. La novedad la traen desde Murcia Los Albarracines, que mezclan parodia, teatro y un sinfín de géneros y recuerdan la primera época de la Orquesta Mondragón.