Un modelo de escuela participativa

'La educación es por definición sinónimo de negociación, paz y consenso', recordó anoche Manuel Ávila, presidente del Forum Europeo de Administradores de la Educación de la Comunidad Valenciana, durante la entrega del Premio Jacques Delors a la Calidad Educativa a los 26 directores de centros públicos de la comarca de La Ribera que conforman el proyecto Confluència-340. El acto reunió en la Casa de la Cultura de L'Alcúdia a los 203 profesores involucrados en este pionero proyecto de calidad educativa.

Confluència-340 es un grupo de trabajo que nació hace ya cinco años de la mano de pedagogos como el director del instituto público de Càrcer, Luis Suñer, con el objetivo específico, aunque nada fácil, de 'intentar mejorar la enseñanza, promoviendo un cambio en la cultura de las escuelas' que posibilite 'un modelo de escuela participativo' a todos los niveles: desde la formación a la gestión y planificación del centro. Aquello que surgió en 1997 sin más ambición que la de construir un espacio de reflexión común entre 18 directores, se amplió al año siguiente a 22 centros públicos.

En la actualidad, la red Confluència-340 -que adoptó este nombre, recuerda con ironía su promotor, en 'homenaje' a la carretera nacional que une a todos los municipios de la comarca que confluyen en este proyecto- está integrada por 24 colegios de primaria, un instituto de ESO y el SPE de Albèric (servicio pedagógico), además de los dos inspectores de zona que posibilitaron su nacimiento y posterior desarrollo, Íñigo Benítez y el actual inspector Ángel Pérez Sierra.

Dos años después de su creación, explica Suñer, los directores decidieron dentro del Plan Nacional de Mejora de la Calidad diseñar y desarrollar un primer proyecto basado en la atención a la diversidad, aplicando los criterios europeos de gestión de la calidad. En 1999, la red apostó por profundizar en el trabajo cooperativo intercentros, y el tercer año, en mayo de 2000, el grupo decidió impulsar el modelo de evaluación de la calidad implantado por Jesús Rul, un experto asesor de la Generalitat de Catalunya, que prefiere sustituir los modelos de gestión de calidad de carácter empresarial por otro basado en una planificación más horizontal, más acorde con los servicios educativos. 'Es un modelo sencillo, participativo y fácil de aplicar', explica Suñer, convencido de que con el trabajo de dos personas por centro se puede llevar a cabo.

Confluència-340, que cuenta con el respaldo del Instituto Valenciano de la Calidad Educativa, recibe con este primer accésit del reconocido Premio Jacques Delors un homenaje estatal en toda regla, en un ámbito muy competitivo donde Asturias se alzó con el primer premio.

En medio del actual debate nacional sobre la reforma vertical del sistema educativo que promueve el Gobierno de José María Aznar, los proyectos horizontales de calidad de la gestión de la enseñanza, como el que promueve Confluència-340, que defiende 'la implicación de abajo a arriba de todos los estamentos educativos', cobran más fuerza si cabe. 'Como principio, el Forum no puede aceptar de salida leyes que tengan el consenso de todos los agentes educativos implicados', subraya Ávila, quien sostiene que 'un verdadera reforma de la educación tiene que ser un proyecto de país, y no de partido'.