Motorola renueva el diseño de sus productos para salir de la crisis

Motorola ha perdido peso. Tras finalizar el año pasado con unos despidos que afectaron a 38.000 de sus trabajadores, ahora busca relanzar sus ventas haciendo un especial esfuerzo en el diseño de sus productos. La idea es unir alta tecnología con diseño de calidad, según Mike Zafirovski, vicepresidente de la compañía: 'Cualquiera que siga nuestra industria reconocerá la nueva dirección. Diseño, estilo, elegancia y entretenimiento son los rasgos de una renovada Motorola'.

Esto ha llevado a la compañía a reforzar sus centros de diseño en todo el mundo: Boston, San Francisco y Libertyville, en Estados Unidos; Beijing y Seúl, en Asia, y Milán en Europa.

El centro de Milán fue creado hace dos años y resulta especialmente significativo en Europa, donde esta marca norteamericana ha perdido fuerza ante los fabricantes europeos.

En el diseño de teléfonos móviles participan distintos profesionales que combinan sus especialidades: diseñadores industriales, mecánicos, especialistas en materiales, en usabilidad, diseñadores de programas y de la imagen de los productos. Esto convierte el proyecto de cada móvil en un proceso muy complejo, en el cual se modifica muchas veces la idea original. Cada producto se prueba dos veces con usuarios, en varias fases del proceso.

El centro de diseño de Milán acaba de presentar sus primeros modelos preparados para salir ya al mercado. Entre los nuevos equipos destaca el V-70, un pequeño teléfono móvil de pantalla redonda, al que se le abre la tapa con un movimiento circular. El brasileño Vitor Medeiros, uno de los responsables de este teléfono, recuerda con horror las pruebas de resistencia a las que la empresa sometió a su modelo. 'Tuvimos que cambiar el material de la tapa, que era de aluminio, porque se deformaba al caer desde una altura de tres metros'.

Los proyectos en los que trabajan estos diseñadores tardan en ver la luz entre dos y cinco años. Entre los diseños en los que están trabajando ahora destacan los destinados a la 3G, la tercera generación de la telefonía móvil que usará la tecnología UMTS.

En Milán se pudieron ver dos originales propuestas de teléfonos wearables o vestibles. Uno es un guante con pantalla y teclado incorporado que se controla con los movimientos de la muñeca y los dedos. Incorporará un lector de código de barras para facilitar las compras.

El otro vestible se parece a un arnés que se coloca encima de los hombros. Este artefacto incorpora una cámara y permitirá grabar imágenes digitales y sonido y transmitirlas.