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Las estaciones piden poder actuar contra los esquiadores temerarios

Otro fallecido en Baquèira por un alud

Las estaciones de esquí catalanas solicitaron ayer a la Generalitat un marco legal para actuar contra los esquiadores cuyo comportamiento en las piªstas sea incívico o temerario. Los empresarios reclaman que se cree una policía especializada, algo que las autoridades rechazan por tratarse de recintos privados. Ayer, otro esquiador murió sepultado por un alud mientras practicaba con una tabla de snow fuera de las pistas de Baquèira Beret, con lo que son ya ocho las víctimas de accidentes desde enero.

La muerte de ocho personas en lo que va de año en las estaciones de esquí del Pirineo catalán y andorrano ha abierto un debate sobre la necesidad de aumentar la seguridad en las pistas. Las asociaciones que agrupan a los complejos invernales de Cataluña, Aragón y Andorra se reunieron ayer en Barcelona para estudiar las medidas necesarias a fin de reducir el número de los accidentes mortales.

Las estaciones catalanas, a través de un comunicado, insistieron ayer en la solicitud a la Generalitat de un marco legal que les permita actuar contra los esquiadores cuya conducta sea temeraria e incívica. La petición de la Asociación Catalana de Estaciones de Esquí y de Montaña (ACEM) no es nueva. Su presidente, Josep Pujol, ya la expuso la pasada semana al pedir a la Administración 'una policía de montaña' en las pistas de las estaciones de esquí, que en temporada alta pueden llegar a albergar cada día a unos 10.000 usuarios. El Departamento de Interior rechazó el despliegue de los Mossos d'Esquadra. 'La seguridad en un recinto privado es responsabilidad exclusiva de quienes lo gestionan'. En el comunicado emitido ayer la asociación solicita que su propio personal pueda actuar contra esquiadores que pongan en peligro a los demás.

La ACEM defendió la seguridad de sus pistas de esquí. Los centros sostienen que los ocho accidentes mortales sucedidos esta temporada responden a 'imprudencias' de un colectivo de esquiadores minoritarios que practica 'una cultura de riesgo que está por encima de su nivel de esquí' en la mayoría de casos.

La nota informativa también precisa que tras los sucesos trágicos 'se ha generado una imagen de peligrosidad que no se corresponde con la realidad'. 'El esquí es cada vez más popular y, pese a este incremento de practicantes, el índice de accidentes mortales en nuestras pistas en la última década es de 0,86 por millón. Un porcentaje que está dentro de la media mundial'.

En relación con el uso obligatorio del casco, los responsables de las pistas catalanas consideran que es 'una opción que debe elegir el esquiador adulto', pero lo recomiendan para los niños y adolescentes.

Andorra, pionera

Dos de las ocho víctimas fallecieron en las pistas de Soldeu El Tarter y la polémica también ha alcanzado a las estaciones del andorranas. Pero sus autoridades han dado una respuesta más rápida: el Gobierno andorrano informó ayer de que se plantea crear un cuerpo de seguridad que podría entrar en funcionamiento la próxima temporada y que actuaría bajo la responsabilidad de los mismos centros de esquí.

El plan de seguridad andorrano no prevé desplegar un cuerpo armado, sino dotar a los vigilantes de las propias pistas de autoridad para controlar a las personas, pedir documentación y retener a los infractores de las normas de seguridad hasta la llegada de la policía.

'Se trata de dar estas competencias a los actuales pisteros, que son los profesionales idóneos para ampliar la seguridad en las pistas, como sucede en Estados Unidos y en algunos países con estaciones en los Alpes', señaló ayer a este diario Marta Rotés, directora de Andorra Ski. Además, el Gobierno andorrano impondrá por ley la obligatoriedad del uso del casco a los esquiadores menores de 15 años.

Mientras la polémica arreciaba ayer, Josu C. C., de 24 años y vecino de San Sebastián, se convertía en el tercer esquiador que fallece en menos de una semana en la estación aranesa de Baquèira-Beret. La víctima, que practicaba con una tabla de snow fuera de las pistas señalizadas, quedó sepultada por un alud de nieve sin que los servicios médicos que acudieron en su ayuda pudieran hacer nada por reanimarle.

El accidente se produjo alrededor del mediodía en la zona del bosque de Dossau, en un paraje situado entre el Pla de Beret y Mongarri, al norte del complejo invernal. El esquiador fue alcanzado por un alud en un barranco, rompió una placa de hielo y cayó por un desnivel de 300 metros. Los ocupantes de un helicóptero que sobrevolaba la zona presenciaron el accidente y avisaron a los equipos de socorro. Los dos amigos que acompañaban a la víctima resultaron ilesos de forma milagrosa, ya que el lugar en el que estaban presentaba un gran desnivel.

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