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'¿Y la tolerancia?'

Hanan Bouazza, que está doctorándose en Semióticas en la Universidad de Granada, lleva el hiyab desde su adolescencia. Casada con un español y con dos hijas, se siente herida por la polémica. 'Es anticonstitucional, es una violación al derecho constitucional', dice. 'A las jóvenes se les permite ir con pendientes en los labios y con minifalda. ¿Por qué quieren prohibir el hiyab, que es algo absolutamente personal?'. 'Todos somos iguales ante la ley, y no puede haber discriminación por razones de religión', añade.

Bouzza habla largamente. 'Se supone que vivimos en un país democrático. ¿Por qué no se respeta la libertad de la mujer musulmana? ¿Acaso hacemos daño poniéndonos el hiyab? ¿Dónde está el espíritu de tolerancia y libertad del que siempre se habla?'

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Marroquí, Bouzza cree que se está 'fomentando el rechazo al islam aprovechando el desconocimiento de la gente'. 'No hay más que ver esos programas de televisión que se permiten el lujo de opinar con arrogancia y con juicios superficiales de cosas que no conocen'. 'Dicen que el hiyab es una forma de discriminar a la mujer, cuando sólo es algo diferenciador', añade. 'Que yo sepa, tampoco en España los hombres se ponen falda: se las ponen las mujeres'. 'Prefiero', sentencia, 'tener una mente inteligente que razona bajo mil hiyabs que estar pendiente de la moda y ser absolutamente superficial, que es lo que occidente trata de fomentar entre las mujeres'.

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