El alcalde inaugura la calle de Cela apenas un mes después de su muerte
El escritor Camilo José Cela, fallecido el pasado 17 de enero, cuenta ya con una avenida en la ciudad de Madrid que lleva su nombre. Ayer fue inaugurada por el alcalde, José María Alvarez del Manzano, del PP, en un acto al que asistió la viuda del premio Nobel de Literatura, Marina Castaño. La nueva vía, de 450 metros de longitud y fruto del aprovechamiento de los terrenos sin urbanizar procedentes de un antiguo vivero, une el borde del barrio de La Guindalera, a la altura de la calle del Pintor Moreno Carbonero, con la calle de Azcona, situadas ambas dentro del distrito de Salamanca.
Rafael Merino, edil socialista, pidió que el Ayuntamiento se imponga la misma celeridad que ha demostrado a la hora de inaugurar esta calle 'en otros casos en los que no ha actuado así'. Y señaló uno: 'Hace más de un año el pleno municipal aprobó poner una calle, en cuanto hubiera oportunidad, a las mujeres sufraguistas [movimiento feminista británico de finales del siglo XIX y principios del XX que reivindicaba el voto para hombres y mujeres] y aún estamos esperando que la Concejalía de Cultura asigne un sitio'. Merino recordó también el caso del humorista Miguel Gila, fallecido el pasado 12 de julio, aunque matizó: 'En este caso, y en honor a la verdad, hay que decir que el Ayuntamiento ya le ha adjudicado una calle en Moncloa, que está pendiente de inaugurar, cosa que puede ocurrir cualquier día'.
En la inauguración de la calle de Cela estuvieron presentes el director de la Real Academia de la Lengua, Víctor García de la Concha, y los concejales de Obras e Infraestructuras, Elena Utrilla; de Cultura, Fernando Martínez Vidal, y del distrito de Salamanca, Íñigo Henríquez de Luna.
'Triste privilegio'
'Me corresponde el triste privilegio de inaugurar esta preciosa calle', dijo a Efe Marina Castaño, quien confesó que Cela, que a los nueve años se trasladó a vivir a la capital, 'además de gallego, se sintió siempre muy madrileño'. 'Madrid era para él un referente, pues ésta fue la ciudad que nos acogió durante los últimos cinco años', añadió la viuda del escritor fallecido.
Castaño señaló que acudir a este acto 'es algo muy emotivo'. 'No me queda más remedio que desempeñar el papel que la vida me pone delante. Trabajo mucho y procuro tener mi tiempo ocupado, que es la mejor medicina para llevar una pena tan grande', concluyó. Castaño hizo también referencia a la 'magnífica avenida' que lleva el nombre de Cela. Y agregó: 'Desgraciadamente, lo tenemos que celebrar después de su desaparición', debido a que las actuales ordenanzas municipales impiden que una persona viva tenga una calle en Madrid.
'Esta calle viene a decirle a Cela que no queremos olvidarlo', expresó el alcalde, recordando que el escritor fue nombrado hijo predilecto de la Villa. 'Por eso, su ejemplo debe servir de estímulo a los madrileños', opinó Álvarez del Manzano.
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