Juan Luis Galiardo cree que la Administración debe defender el cine que es 'soporte de arte'

El actor Juan Luis Galiardo (San Roque, Cádiz, 1940) afirmó ayer que el cine 'es una industria, pero también un soporte de arte'. El actor añadió que, por ello, la Administración debe defender el cine de calidad como a cualquier otra manifestación artística. 'Si en una circunstancia como ésta el Estado no actúa, ¿qué clase de factor corrector es?', señaló el protagonista de Suspiros de España (y Portugal). 'El Estado y las administraciones deben buscar el equilibrio en la sociedad. Las administraciones públicas deben corregir los bajos instintos de parte de la sociedad', agregó. Galiardo dio ayer una conferencia dentro del ciclo Cultura de Cine, que organiza el Ayuntamiento de Sevilla en la Sala La Fundición.

El actor hizo un canto al cine español de calidad e insistió en la amenaza de la industria estadounidense. 'Somos cronistas de nuestro tiempo. No se puede hablar sólo de por qué no hacemos películas como Pretty Woman que dan mucho dinero', dijo. 'Eso de ganar mucho, mucho, mucho y mucho dinero esconde siempre actitudes peligrosísimas', remachó Galiardo.

Frente al 'pensamiento único' el actor defendió 'la pluralidad de ideas'. Y recordó cómo muchas de las grandes películas del cine español no tuvieron una gran repercusión en su momento. De ahí la necesidad de una intervención equilibradora del ámbito público que dé oxígeno a las películas de calidad.

'El cine tiene unas pluralidades que no pueden ser castradas para que la taquilla se convierta en el único parámetro para valorar una película', explicó. Galiardo tuvo un recuerdo para algunas de las películas que protagonizó en las postrimerías del franquismo. 'Soy con Pepe Sacristán y Juan Diego producto de unas circunstancias. No creo que todos tengamos que hacer el viaje a Hollywood y renunciar a nuestra lengua. Es como si hubiera que estudiar en la Universidad de Harvard para hacer teatro en Tomelloso. No creo que eso sea lo justo', aseveró.

La serie televisiva Turno de oficio supuso para muchos el redescubrimiento de Galiardo. 'Turno de oficio se hizo en 1984. Hicimos la serie al ver que en España era más conocida la justicia anglosajona que la nuestra. Es lo de siempre: te venden antes la hamburguesería que la tienda de quesos de tu pueblo. Y en Turno de oficio fui lo que soy: un perdedor. El personaje del Chepa (abogado protagonista de la serie) es mi vida. Soy un superviviente. Las historias de los Supermanes las cuenta EE UU. Las historias de los supervivientes las cuenta Europa', concluye Galiardo.