Y va para dos años...

El viernes 8 de febrero, los padres, profesores y alumnos del instituto de educación secundaria San Fernando sufrimos un nuevo sobresalto (y digo nuevo porque no es la primera vez). Dos niños de la residencia San Vicente se subieron al tejado y comenzaron a tirar tejas (y chimenea incluida) contra el suelo. Era la hora del recreo. Resultado: profesores alarmados, niños corriendo y seis o siete coches abollados por los cascotes. Bomberos, policías, televisiones. Afortunadamente, ningún herido.

Y los padres de los alumnos del instituto San Fernando nos preguntamos: ¿cuándo se va a devolver a los niños de San Vicente 'su casa'? ¿Realmente la educación es todo, como dice el polémico anuncio?

A mí, personalmente, me conmueve la caridad de las señoras y señores consejeros de turno que ceden edificios sin pensar en las consecuencias y que hacen campañas afirmando que 'la educación es todo' pero que llevan a sus hijos a colegios privadísimos al margen de caridades. Aunque lo que más me conmueve es ver cómo ciudadanos corrientes sufren que la tercera parte de sus nóminas vayan destinadas a paliar esas caridades.

Y me indigna que constantemente echen las culpas de la 'mala educación' a la 'LOGSE sociata', viendo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio kilómetro 13,500. Seguramente sea necesaria una reforma educativa que elimine las promociones automáticas, porque España sigue siendo un país con 'asignaturas pendientes'. Una de ellas, no me cabe duda, es la de sus políticos, que son incapaces de hacer pactos en educación.