Escaso interés

Los inversores españoles continúan sin ver claro el horizonte bursátil y siguen negándose a tomar posiciones. Los tirones que de cuando en cuando da Wall Street ya no convencen y apenas consiguen animar al resto de las bolsas, en las que la actividad es baja y sigue centrada en plazos muy cortos.

Los dos últimos tirones de Wall Street han sido muy similares y han partido casi del mismo nivel, 9.620 puntos. En el primero de ellos, de últimos de enero, se ganó el 3,14% en dos días y en el correspondiente a este pasado fin de semana la subida fue del 2,69%. Los observadores empiezan a ver la existencia de algún tipo de apoyos en estas inesperadas subidas, lo que confirma la ausencia de una base económica medianamente sólida que sirva de argumento para una reacción de las bolsas en la actual coyuntura.

La sesión de ayer fue como un sondeo respecto de la capacidad de los mercados, con una apertura positiva que intentaba emular las ganancias de la bolsa estadounidense y un final que puso al descubierto las actuales carencias del mercado.

El Ibex 35 cedió el 0,41% y el índice general de Madrid el 0,32%, cifras insignificantes en sí mismas, pero que son un fiel reflejo de lo que los inversores están dispuestos a arriesgar. La contratación en el Mercado Continuo se quedó en 1.646,17 millones de euros, 273.900 millones de pesetas. El 10% de esa cantidad procedía de operaciones institucionales y cerca del 70% restante lo aportaron los cinco principales valores del mercado.

El arbitraje con el mercado de futuros y las operaciones intradía son, en estos momentos, la única razón de ser de una bolsa en la que los inversores finales no parecen tener interés alguno, situación que no es exclusiva del mercado español. París cedía ayer el 0,35%, Londres el 0,51% y Francfort el 0,65% poco antes del cierre. Nueva York apenas se movía a media sesión.