Blanca Li estrena en Berlín su coreografía 'Sueño del minotauro'
La granadina empieza su trabajo en el Teatro de la Ópera Cómica
Un escenario vacío y 24 bailarines que, con mucha sutileza y gracia, recrean el universo griego. Con El sueño del Minotauro, la española Blanca Li debutó ayer como la nueva coreógrafa de la Ópera Cómica de Berlín. 'Es una obra sobre la belleza, la estética y la pureza', afirma la granadina, que ha sido contratada por tres años para reanimar un elenco de ballet que ya estaba a punto de ser disuelto.
De 37 años y una energía indomable, Li seguirá trabajando también con su pequeña compañía parisiense. Aunque una anterior versión ya fue presentada, con gran éxito, en Francia en 1998, este Sueño del Minotauro, estrenado anoche en Berlín, es 'completamente distinto' al trabajo original, según explica Blanca Li. La coreografía ha sido completamente revisada, ahora hay 24 en vez de seis bailarines, y la orquesta de la Ópera Cómica interpreta en vivo las piezas de Ravel, Satie o Fauré. Según quedó evidente en el preestreno para la prensa, el propósito, no obstante, sigue siendo el mismo: un homenaje más bien alegre a la Grecia arcaica y clásica.
Todo ello con un mínimo de accesorios, en un escenario vacío y blanco que cambia de color según la iluminación y el tema a tratar, como el azul, para el mar, o el rojo, para la guerra y bailarines que invocan figuras de la cerámica griega.
Delante de esta especie de friso, los demás integrantes de la compañía bailan con la formalidad del ballet clásico, unas veces, y el desparpajo de la danza moderna, otras. En sus mejores estampas, El sueño del Minotauro da vida a la escultura clásica con bailarines que mueven lentamente sus torsos desnudos. 'Lo fundamental del espectáculo es el cuerpo y todo lo que se puede hacer con él, y, por supuesto, la belleza', sostiene Li, que descarta que pueda llegar a ocuparse también, como otros coreógrafos, de la fealdad.
'Escogí El sueño del Minotauro porque es una obra que deja abierta la puerta a otros estilos', explica la siempre ecléctica coreógrafa granadina, que en anteriores ocasiones ha incorporado a sus obras el hip-hop, el flamenco o el circo. De hecho, Li ha comenzado ya con los ensayos para Borderline, un trabajo sobre los ajetreos de la vida moderna, que se estrenará en Berlín en mayo. La ex gimnasta ya ha aparecido en vistosos reportajes en una prensa alemana muy esperanzada de que Li aporte algo de glamour a Berlín, donde en cuestiones de danza contemporánea se encuentran muy lejos de los parisienses. Ella alternará en ambas ciudades su labor.
Li, que estudió danza en la Martha Graham School of Contemporary Dance en Nueva York, es la primera vez que trabaja como asalariada. 'Ser directora de ballet, con tantas cuestiones organizativas, es totalmente diferente a una compañía independiente', dice. 'Sin embargo, permite trabajar también con un poco más de libertad, porque no hay que ocuparse constantemente de los problemas económicos'.
Babelia
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