'Las ayudas a las ONG nunca pueden ser instrumento para fomentar el clientelismo'

El pasado viernes el teólogo Jon Sobrino recibía en Valencia el I Premio Ignacio Ellacuría al compromiso en la defensa de los derechos humanos, concedido por la asociación Abogados del Mundo (abogadosdelmundo@hotmail.com), una nueva ONG, que agrupa a una veintena de personas y preside el letrado José Ramón Juániz. Nacido en el País Vasco, Juániz vive en Valencia desde hace treinta años, tiene seis hijos, fruto de dos uniones distintas y de la adopción de una niña de origen chino. Ha publicado recientemente el libro XXI retos para un siglo con derechos humanos.

Pregunta. Abogados del Mundo se ha presentado oficialmente premiando a Jon Sobrino, un jesuita poco jesuítico.

Respuesta. Es el reconocimiento a un hombre comprometido con la verdad, la liberación de los oprimidos y la justicia.

P. San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, decía 'sé capitán de ti mismo', ¿ustedes se atreven a ser abogados del mundo?

R. Sólo pretendemos ser una voz más, entre las muchas que luchan por hacer de este mundo un lugar de justicia.

P. ¿El mundo no es una pantalla cuadrada?

R. No, no basta ser navegante en dique seco. Hay que mojarse, hay que implicarse. El mundo sigue siendo redondo y se puede caminar por él con los pies en tierra, o surcar sus aguas y sus cielos.

P. ¿Tras la aprobación el pasado mes de octubre de la 'USA Patriot Act' puede hablarse de un antes y un después del 11-S en materia de derechos humanos?

R. Desde esa nefasta fecha, el mundo parece convertido en un gran parque temático, en el que la vida y la libertad son el blanco de iluminados y vaqueros.

P. ¿La potenciación de la jurisdicción militar en Estados Unidos puede convertirse en un modelo para otros países en situación de democracia vigilada?

R. Sí. Lo que se pretende es la militarización de la sociedad.

P. Que Estados Unidos ratifique el Tratado de creación del Tribunal Penal Internacional puede ser un cambio decisivo.

R. Desde luego, porque el terrorismo se debe combatir desde el Estado de Derecho. Hay que recordarle a EEUU que acordar la paz, no es olvidar la justicia.

P. ¿Las medidas de excepción antiterroristas de EEUU tienen efectos colaterales en forma de incitación a la xenofobia en el resto del mundo?

R. Lamentablemente, esas medidas, que se están aplicando también en otros países, algunos europeos, están provocando que ser árabe o tener la piel oscura se considere socialmente como indicio de peligrosidad.

P. ¿Qué papel está dispuesto a jugar Abogados del Mundo con los inmigrantes sin papeles?

R. Denunciamos la vigente Ley de Extranjería y su arbitraria aplicación por los poderes públicos. Reclamamos medidas de regularización de los inmigrantes generosas y solidarias.

P. ¿Han actuado en algún procedimiento judicial fuera de España?

R. No lo descartamos, pero fundamentalmente pretendemos ser una voz que cree conciencia respecto a la defensa de los derechos humanos y abrir cauces de cooperación internacional a través de proyectos concretos.

P. ¿Cuáles?

R. En estos momentos tenemos dos proyectos en El Salvador con una asociación que se llama Nuevo Amanecer, que es nuestra contraparte allá. El primero consiste en la financiación durante un año de un centro de educación infantil y el segundo es la creación de dos granjas avícolas con las que se va a financiar de forma permanente otro centro infantil. Tenemos, también, el proyecto de financiar un plan de viviendas en ese país.

P. ¿Se han planteado trabajar como abogados en el llamado cuarto mundo?

R. No, para eso están las instancias oficiales del Colegio de Abogados que tienen sus servicios de asistencia, tanto en extranjería como en otros campos. No vamos a prestar un servicio de abogacía directa, aunque dentro de nuestro colectivo hay personas que trabajan en temas de inmigración.

P. Diversas organizaciones están lanzando una campaña en Internet para que Mary Robinson, alta comisionado de la ONU para los derechos humanos, apoye la acción de un grupo de abogados belgas para procesar a Ariel Sharon.

R. Aunque no tengamos una intervención directa en ese tema, estamos muy de acuerdo con ese planteamiento porque la actitud de Israel en cuanto a los derechos humanos es absolutamente criticable.

P. La coordinadora de ONGD ha denunciado que el Gobierno valenciano desvía ayudas a entidades con delegaciones fantasmas y favorece a las asociaciones oficiales y católicas.

R. Si los datos son ciertos, estamos ante una grave discriminación y quizá algo más grave. Las ayudas a la cooperación para el desarrollo nunca pueden ser instrumento para fomentar el clientelismo.