Arrestados dos porteros y el dueño de un bar por el apuñalamiento de dos jóvenes

La policía detuvo a las siete de la tarde del domingo a Roberto Pérez Turrión, de 22 años y portero del bar de copas Silver, cerca de su domicilio, en Getafe. Los investigadores le acusan de ser el autor de las puñaladas que hirieron a dos jóvenes. Los otros dos porteros presentes en la reyerta, de nacionalidad rumana y polaca, no estuvieron implicados en la pelea, según la policía.

Los agentes encargados de la investigación también arrestaron a Esteban Martín Hernández, el dueño del local. Le acusan de encubrir a Pérez, ya que en un primer momento negó que éste trabajara en el local. El último detenido fue Pedro Valsera Guisado, directivo de la empresa de seguridad Dape SL, que fue arrestado ayer en Getafe. La policía se incautó junto al bar Silver de un bate de béisbol, una fusta con punta metálica y dos porras con pinchos.

La agresión se produjo sobre las 3.20 del pasado domingo, cuando un grupo de 15 chavales quiso entrar en el bar de copas Silver, en el número 8 de la calle de Cubas. En la puerta estaban tres porteros que les impidieron el acceso. Se inició entonces una discusión verbal, ya que los jóvenes insistieron en entrar al establecimiento. Los vigilantes llamaron a un portero de la discoteca Universal Sur, de Leganés, y a seis amigos de éste, según fuentes policiales. Los siete llegaron en tres vehículos y armados con bates de béisbol, fustas y porras con pinchos en las puntas.

Se inició entonces una batalla campal durante la cual resultaron heridos graves Marcos Guerra de Ávila, de 25 años, y Francisco Durán Blancas, de 24. El primero recibió dos puñaladas y fue dado de alta el domingo por la noche, mientras que Francisco Durán continuaba ingresado grave en el hospital de Getafe, tras haber sufrido seis puñaladas.

La figura del portero de discoteca -persona que, en teoría, tiene que controlar el acceso al local e informar a los clientes- no está regulada por la ley, a pesar de que en Madrid trabajan cerca de 10.000. En la Ley de Espectáculos de la Comunidad sólo figura el portero de fincas urbanas y el de hotel o restaurante (los llamados aparcacoches). Los bares y discotecas tienen que recurrir, por tanto, a las empresas de seguridad, a las empresas de servicios que se dedican a ofrecer este tipo de empleados o, en algunos casos, a cualquiera que tenga buena presencia para cubrir estas plazas. 'Muchas veces los empresarios recurren a lo que pueden, y es entonces cuando vienen los problemas, porque es gente que no es profesional y que está dando una mala imagen al sector', denunció ayer el presidente de la Asociación Nacional de Porteros Profesionales, Rafael de Castro.

'Sensatos y pacíficos'

La Asociación de Salas de Fiestas y Discotecas de Madrid y la Asociación de Bares de Copas de Madrid aseguran que en la región hacen falta 1.000 porteros que tengan formación. 'Lo que necesitan los bares y discotecas es gente que sepa comportarse, que sea sensata y pacífica, y para eso necesita una formación', afirmó Jesús Nuño de la Rosa, presidente de la Asociación de Salas de Fiesta y de Discotecas de Madrid. Según el presidente de la Asociación de Bares de Copas de Madrid, José Luis Salazar, 'es muy difícil encontrar a gente que quiera trabajar como portero: es un trabajo desagradable, mal pagado -entre 110.000 y 150.000 pesetas al mes- y donde a veces se corren riesgos'.

Fuentes de la Consejería de Trabajo admiten que, como no existe la categoría profesional de portero de discoteca, el Instituto Nacional de Empleo (Inem) no dispone de cursos de formación específicos. 'Desde las asociaciones de bares y discotecas nadie se ha dirigido a nosotros para solicitar cursos para porteros de discoteca, ni sabemos qué perfil están buscando', subrayan desde Trabajo.