Baraja impulsa al Valencia

Apoyado en un gran Baraja, el Valencia se trabajó a los puntos una victoria muy apurada ante un Athletic contradictorio: casi inexistente durante la primera hora y muy amenazante en el último tramo. Un Athletic mucho más compacto con los cambios del segundo periodo que, tal vez, entraron demasiado tarde. Como si el equipo de Heynckes hubiese llegado más fresco al final del choque a pesar del partido del jueves en el Bernabéu. Lo contrario que el Valencia, que alcanzó el final con la lengua fuera. El cuadro de Benítez, con todo, masticó mejor el encuentro, dirigido por la presencia de Baraja y la electricidad del Kily, que jugaron con la determinación de la que careció el Athletic.

El Valencia jugó media hora sin más enemigo que su central Ayala, empeñado en cada partido en dar la nota con alguna acción antideportiva. Ayer el árbitro le perdonó la expulsión tras una agresión a Urzaiz. Con un Guerrero sin confianza y un Etxeberria inactivo, Urzaiz sólo halló la alianza del joven Yeste.

El Athletic dispuso del balón tras el descanso, más por desinterés del Valencia que por otra cosa. Pero ni uno ni otro le dieron buen trato hasta que apareció Baraja. Trazó una pared con Rufete y éste remachó a gol. Para entonces, Benítez ya había retirado a Salva en beneficio de Aimar. Heynckes, por su parte, había dado entrada a Tiko, y éste dejó impresa su espléndida progresión en un pase profundo que permitió despertar tanto a Etxeberria como al Athletic. Nació otro partido. Mucho más abierto. Con un Athletic por fin realmente serio. Con los Urzaiz, Ezquerro, Etxeberria y Yeste en un pleno acoso. Y con el Valencia metido en una pájara defensiva muy intensa de la que se salvó por los pelos.