La agresión a un solista negro de la OBC empaña la gira de la orquesta por EE UU

El concierto con el que la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Cataluña (OBC) cerrará, en el mítico Carnegie Hall de Nueva York, la gira por Estados Unidos que inició el pasado 23 de enero no ha podido tener peor preámbulo. El suplemento cultural de The New York Times, la biblia de las artes de la ciudad, destacó ayer en portada la agresión de que el trompeta solista de la OBC, el estadounidense de raza negra Rodney Mack, fue objeto en Barcelona, el pasado 15 de enero, por parte de la policía.

El titular del New York Times no podía ser más demoledor: 'Músico negro, apaleado por la policía española, se pierde el concierto'. El amplio artículo del prestigioso diario neoyorquino detalla la agresión de que fue objeto Rodney Mack en un aparcamiento de Barcelona por parte de cuatro policías de la brigada de delitos económicos al confundirlo con un delincuente negro al que estaban buscando. El artículo está ilustrado con una foto del trompetista luciendo collarín como consecuencia de la agresión, a causa de la cual también sufre hematomas y erosiones en varias partes del cuerpo y tiene el labio partido, que le impide tocar.

La publicación de este artículo por el New York Times planea de forma negativa sobre el concierto que la Sinfónica de Barcelona ofrecerá esta noche en el Carnegie Hall como destacado broche de su gira por Estados Unidos, que empezó el pasado 23 de enero en Miami y de la que Rodney Mack se vio apartado tras la agresión. El concierto, incluido en la principal serie del Carnegie Hall, en la que también figuran orquestas del prestigio de la Filarmónica de Viena y la de Berlín, es en el que más confían los responsables de la orquesta catalana para consolidar su nivel artístico fuera de España tras la gira, la más importante de sus más de 50 años de historia.

Con todo, el director estadounidense Lawrence Foster, titular de la OBC desde hace siete años, ha asegurado a este diario que la orquesta ha obtenido notables éxitos en los siete conciertos que ha ofrecido hasta ahora en la costa este de Estados Unidos. 'Con el éxito que la OBC está teniendo, creo que ésta no será la última gira internacional, aunque no sea conmigo como director', dijo. Foster, que abandonará la dirección del conjunto al finalizar esta temporada, es el principal artífice de esta gira, de la que la orquesta espera obtener un alto rendimiento en cuanto a prestigio.

Anteanoche, el conjunto actuó en el auditorio del Kennedy Center de Washington. Tres cuartas partes de las butacas estaban ocupadas y la OBC logró, con un programa en el que se mezclaron la complejidad de la música de Robert Gerhard y el atractivo de la de Manuel de Falla además del Concierto para flauta del francés Jacques Ibert, arrancar el aplauso entusiasta de uno de los públicos más elitistas de la música clásica en Estados Unidos, que obligó al director y los solistas a salir a saludar varias veces.

Foster asegura que le gustaría ser recordado como el director de la Sinfónica de Barcelona que 'logró situar a la orquesta en una especie de época dorada, el director que consiguió situar a la OBC en un nivel aceptable de reconocimiento internacional, el que merece. Estas cosas llevan su tiempo, pero creo que estamos a punto de conseguirlo', dijo. El director se lamentó, sin embargo, de que, a su juicio, algunos críticos catalanes no han sabido apreciar la calidad del conjunto. 'En democracia cada uno puede tener su opinión. Aunque en algunos casos hay quien tiene opinión y quien tiene objetivos personales'. Foster denunció que la orquesta no siempre ha obtenido el apoyo político necesario de las las dos administraciones que comparten su titularidad: la Generalitat de Cataluña y el Ayuntamiento de Barcelona.