Polémica en Guadix por una obra que ha dejado 'encerrado' en su capilla un trono de Semana Santa

Jesús de la Obediencia no puede abandonar su capilla. Las obras de rehabilitación del teatro Mira de Amescua de Guadix (Granada), situado junto a la iglesia de San Torcuato, imposibilitan al trono dar el giro preciso para ganar la calle. Así lo han advertido en diferentes ocasiones los hermanos de la cofradía que, sin embargo, han visto cómo las obras continuaban hasta quedar la imagen confinada en su espacio de culto. 'No estamos en contra de lo santos, pero no pueden diseñar las calles del pueblo', ha respondido el alcalde, José Luis Hernández, del PSOE.

El informe redactado por un arquitecto contratado por la confradía de Nuestro Padre Jesús de la Obediencia y María Santísima del Amor -que así es como se llama la hermandad- no deja lugar a dudas sobre el obstáculo físico que impide a la imagen desplazarse más allá de unos pocos metros: 'En los términos actuales es inviable la salida procesional de su capilla, debido al estrangulamiento que supone para la puerta al haber avanzado 0,30 centímetros con respecto a lo proyectado y 0.20 centímetros invadiendo la jamba de la puerta'.

En consecuencia, prosigue el arquitecto, 'el tránsito del paso procesional desde la plaza de Santa Luparia hasta la calle Hospital a través de la calle Abentofail es inviable debido a las condiciones geométricas descritas'.

Demolición parcial

La solución propuesta por el arquitecto para que el Señor de la Obediencia desfile no deja a dudas: 'Únicamente cabe la demolición parcial de las gradas y del muro de contención perimetral, de modo que se vuelva a recuperar la puerta en grado suficiente'.

El Ayuntamiento no está dispuesto a derribar parte de una obra, financiadas por la Consejería de Obras Públicas, que fue inaugurada hace menos de un mes por la infanta doña Cristina y que ha supuesto la recuperación como teatro de la sala Mirade Amescua.. La modificación supondría como mínimo según cálculos municipales entre 8 y 10 millones de pesetas.'Haría que cambiar las escaleras y volver a embutir los cables', precisa el alcalde.

Pero hay más. 'Hemos hecho un teatro y hemos remodelado las calles buscando el interés general que está por encima del interés de los vecinos, el de los mahometanos o el de la Semana Santa. No estamos en contra de los santos, yo mismo voy a las procesiones de Semana Santa, pero no nos pueden diseñar la calle, que ha quedado preciosa', añade José Luis Hernández.

José Luis Vallecillos, hermano mayor de la hermandad, asegura que la escaleras se diseñaron de una manera pero se han construido de otra. 'Hicimos alegaciones en contra de uno de los tramos de escalera. Ahora la obra ha terminado y la imagen ha quedado encerrada', se lamenta. El Ayuntamiento, por su lado, considera normal que losdirectores de la obra, durante la ejecución del proyecto, introduzcan las correcciones que consideren necesarias.

El alcalde sostiene que la controversia oculta un interés político. El Grupo Popular presentó en julio pasado una moción para crear una comisión municipal que estudiara los problemas suscitados, pero jamás se reunió. La hermandad, por su lado, atribuye al alcalde de Guadix frases como que la reclamación 'es un capricho de la cofradía' o 'tengo muy buena información de que los cofrades quieren hacer pintadas en la fachada del cine'.

El cabildo de la cofradía ya ha suspendido oficialmente el desfile para la Semana Santa de 2002 , una amenaza que planeaba desde hace tres años cuando envió la primera carta al Ayuntamiento. Desde entonces ha habido numerosas reuniones, todas infructuosas, lo que ha forzado a los cofrades a pedir la mediación del Defensor del Pueblo de Andalucía.

El alcalde de Guadix considera que la procesión puede salir si hay voluntad por parte de los cofrades. A su entender bastaría con colocar unas rampas sobre las escaleras, una solución insuficiente a juicio de quienes deben sacar en vilo, sobre sus hombros, un trono que pesa 4.900 kilogramos.