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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Un frío planeta humano

El hilo conductor de este excelente ensayo son las destructoras consecuencias que han tenido para el espacio público, tradicionalmente enmarcado dentro del Estado-nación, los procesos de globalización del capital financiero y de la información carentes -como hasta ahora- de una mundialización paralela de las instituciones políticas. Mientras los poderes reales se instalan en zonas invisibles capaces de actuar sobre el planeta entero, la política continúa atrapada por un territorio que no puede sobresapasar: el neologismo glocalización, acuñado por Richard Robertson, expresa el íntimo nexo existente entre ambas tendencias.

Profesor emérito de la Universidad de Leeds, Zygmunt Bauman (Poznan, 1925) ha sido reconocido por Anthony Giddens como el más importante especialista sobre la posmodernidad. Traducida al castellano hace pocos meses una recopilación de artículos y conferencias (La sociedad individualizada, Cátedra, 2001), esta nueva obra reflexiona sobre las inquietantes cuestiones planteadas por la quiebra de la modernidad; los excursus dedicados a la ideología, la tradición y la crisis de la posmodernidad son un ejemplo de la originalidad y la inteligencia de sus páginas. La inseguridad, la incertidumbre y la desprotección creadas por la globalización han enfríado el planeta humano y han desatado los miedos ante la opacidad y la impenetrabilidad del entorno. El acelerado distanciamiento entre el poder globalizado y la política territorializada pone en riesgo los destinos individuales y la fortuna colectiva con mayor vigor que las catástrofes naturales: tenemos mejores medios para prever un huracán que para predecir la próxima caída de la Bolsa.

EN BUSCA DE LA POLÍTICA

Zygmunt Bauman Traducción de Mirta Rosenberg Fondo de Cultura Económica Buenos Aires, 2001 218 páginas. 15,03 euros

La libertad propugnada por la Ilustración no implicaba sólo una dimensión negativa, que protegía a los individuos de las invasiones externas, sino también un contenido positivo, puesto al servicio de la humanidad para llevar a cabo grandes empresas. Si el agora -espacio de comunicación entre los intereses individuales y colectivos- sufrió a lo largo del siglo XX la invasión de los totalitarismos, la fuerza ocupante y excluyente es ahora la privacidad. Sea como ideal normativo o como realidad política en funcionamiento, la democracia significó el atrevido intento de mantener a la vez la efectividad del Estado como guardián de la paz y mediador de intereses, por un lado, y la libertad de los grupos y los individuos para elegir su forma de vida, por el otro. El aislamiento entre los gobiernos y la sociedad civil ha puesto en marcha dos tendencias igualmente destructivas: la despreocupación estatal por el bien común y la apatía abstencionista de los ciudadanos. El concepto de hombre modular creado por Ernst Gellner resume las características del ser desarraigado que ese doble fracaso ha engendrado.

Las recetas identitarias ofrecidas por el nacionalismo, el comunitarismo y el multiculturalismo para curar esos males son peores que la enfermedad;el independentismo irredentista se alía -conscientemente o no- con las despiadadas fuerzas de la globalización: 'Es más fácil someter a cinco Estados pequeños y débiles que poner de rodillas a un Estado más fuerte y más grande'. Sólo unas instituciones estatales planetarias serán capaces de devolver a la política el poder que le fue arrebatado por la globalización.

El aumento de la miseria en las zonas atrasadas del planeta, así como el incrementp del paro y la concentración de la riqueza en las sociedades desarrolladas, desempeñan una importante función dentro de la lógica de la economía política de la incertidumbre: intimidar a la población instalada mediante el espectro del desempleo y fomentar la xenofobia contra los inmigrantes como vía de escape de sus frustraciones. De ahí que la renta básica de ciudadanía no sea un gesto moralista ni un remedo de las instituciones de beneficiencia: según Bauman, esa propuesta se halla al servicio de la libertad y de la democracia, necesitadas de recuperar la seguridad, la certeza y la protección arrebatadas por la globalización mutilada y por la impotencia de la política.

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