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Castelló tendrá que reordenar la adjudicación del plan eólico para dar cabida a los excluidos

Banco de Valencia cierra un acuerdo con Iberdrola y otros financieros buscan acomodo

La preadjudicación del plan eólico que concentró la explotación del viento en la Comunidad Valenciana en tres grandes grupos liderados por Iberdrola, Endesa y Elecnor y dejó fuera a importantes aspirantes valencianos ha provocado un aluvión de movimientos subterráneos que Fernando Castelló, consejero de Innovación, se encontrará sobre la mesa después de su periplo comercial en China. Los grupos que consolidó en las negociaciones que dirigió personalmente durante meses para aunar capacidad tecnológica y socios valencianos se resquebrajan por momentos.

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¿Socio valenciano?

La preadjudicación del plan eólico, anunciada a última hora de la tarde de un viernes, causó honda decepción en dos grandes grupos que contaban con todas la bendiciones.

Iberdrola logró los mejores parques en el norte de Castellón en alianza con un grupo de azulejeros. La solvencia de Iberdrola es evidente, pero el Banco de Valencia ha logrado un acuerdo como socio financiero, según anunció ayer Julio de Miguel, presidente de la entidad.

Fuentes del sector estiman una inversión de 1,2 millones de euros (200 millones de pesetas) por megawatio con una rentabilidad cuyos retornos se producen a partir de ocho a diez años. Un parque eólico exige una inversión entre 24 y 42 millones de euros (cuatro y siete mil millones de pesetas).

Los azulejeros de Castellón no pasan un momento boyante y el Banco de Valencia ha logrado colarse en el negocio.

Endesa, que ha logrado un buen paquete, también es solvente, pero su socio valenciano, Sedesa, de la familia Cotino, no haría ascos a un financiero.

Otros buscan cabida junto a Elecnor, que conforma el grupo Guadalaviar con el tecnólogo alemán Enercon y la constructora Acciona.

Los dos adjudicatarios menores, Eólicas de Levante y Nuevas Energías Valencianas, ya han sugerido que las zonas que han obtenido no resultan rentables. El grupo alemán Frixia, que lidera Eólicas de Levante, atraviesa un momento muy difícil, según fuentes del sector.

El grupo de constructores y financieros valenciano asociado a Hidrocantábrico empieza a resquebrajarse ante la ausencia de tajada en el negocio. Pero los socios coyunturales buscan otras entradas por separado, según fuentes próximas al procedimiento.

Pero tal vez es más sorprendente la ausencia de Gamesa, la segunda empresa mundial en materia de explotación eólica y cuyo accionista mayoritario es el grupo Nefinsa, de la familia Serratosa.

Gamesa se presentó en alianza con Bancaixa y su oferta incluía la inversión de 11.000 millones de pesetas en la construcción de una planta de producción de aerogeneradores en Sagunto para servir a todo el Mediterráneo que habría generado 550 puestos de trabajo, según fuentes industriales. Ese proyecto ha quedado arrinconado mientras Gamesa ha resultado adjudicataria de una decena de parques en otras zonas.

Aciloe, una empresa constituida por un grupo de industriales de Buñol y que explota el único parte en funcionamiento en la Comunidad Valenciana, también espera recuperar alguna opción. Pero un portavoz de la empresa aclara que la pretensión es arrancar alguna zona preadjudicada para explotarla en solitario.

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