"Detesto mucho la palabra éxito"
Personaje fascinante y enigmático, Héctor Cúper, de 46 años, ha impuesto en el Inter la férrea voluntad de superación que ha acompañado sus nueve años como técnico. Y ya lidera la Liga italiana.
Pregunta. Del pequeño Lanús al gigante Inter. ¿Le da vértigo mirar atrás?
Respuesta. Ni vértigo ni ego. Aquéllos que queremos algo que hacemos no tenemos bastante nunca. El día que uno cree que alcanzó la perfección empieza a morirse. Y esto es muy italiano, ese espíritu por hacer cosas importantes.
P. ¿Qué le diría su abuela, con la que usted se crió, si lo viera?
R. ¡Pero si mi abuela aún vive! Se llama Rosa Nardi y tiene 86 años. Es italiana. Una mujer extraordinaria. Ha sufrido mucho y eso le ha dado una capacidad impresionante. No quiere a nadie cerca, vive sola y se lo hace todo. Y de ese espíritu creo que me ha dado algo, poco, poco... Hablo mucho con ella y a veces le digo: 'Estás demasiado perfecta'. Su mentalidad es la que se debe tener para alcanzar los objetivos. Pensar en grande. Y entonces alcanzas cierta altura. Si vas a lo pequeño, es probable que no llegues ni a lo pequeño.
'En los días de partido casi no como. La intensidad y ansiedad me cierra ciertos movimientos'
'En esencia, el Inter es lo mismo que el Lanús: hay un vestuario, botas, medias y ropa. Y yo me encierro en ese mundo'
P. Usted empezó muy abajo.
R. Empecé en una tienda donde barría la vereda, limpiaba los cristales... Después, en una fábrica de pantalones, en un banco... Todo eso en mi pueblo, en Chabás. Luego, en Buenos Aires, trabajaba de lavacopas en un restaurante.
P. ¿Se enorgullece?
R. Lavar una copa era un privilegio y había que hacerlo bien. Internamente, yo no quería lavar copas, sino jugar en Primera División en Buenos Aires, pero sabía que para aspirar a eso tenía que lavar muy bien las copas.
P. ¿No le tienta la vanidad?
R. Cuando uno cree que está en un momento de gloria, hay que ir a algunos pasajes del pasado. La tentación siempre está. Por ejemplo, yo detesto mucho la palabra éxito. A mí cuando me dicen que he tenido éxito no me gusta. Uno corre ciertos riesgos porque la palabra éxito es muy tramposa. Pero... estamos rodeados de situaciones que... nos gusta... nos gusta y no tenemos que traspasar una línea.
P. ¿Y la soberbia?
R. Ni la considero, porque el soberbio es un decadente para mí. Está fuera de toda convivencia. Se cree que lo sabe todo y no puede convivir ni con él mismo.
P. ¿Huye de la ostentación?
R. Yo no diría que me escapo. El tema es controlarla.
P. ¿Se compraría un Ferrari?
R. No digo que no. Lo miro, me gusta como coche, pero por el hecho de ser un Ferrari no me mueve ni un pelo. Ahora, si yo digo: 'Voy a hacerme un regalo', ¿por qué no? Si uno lo tiene controlado, no hay problema.
P. ¿Le interesa la ropa?
R. ¡La ropa a mí no me interesa! . Nada. Voy a lo sobrio y se terminó. También es verdad que yo represento algo, soy el entrenador del Inter. Pero le digo más, es en lo que más me cuesta gastar. Cuando voy a la tienda, compraría lo primero que me mostrasen para irme rápido.
P. ¿Es cierto que va poco a la peluquería?
R. Bueno, sí que voy, pero en algún momento lo arreglo con la maquinita. Tengo poco pelo y tengo una maquinita que lo acomoda fácil. Pero la maquinita no me deja siempre bien y voy a la peluquería.
P. Ha dicho que, en esencia, el Lanús es igual que el Inter. ¿Cuál es la esencia?
R. El lugar en el que uno se mueve. Tú puedes estar en un club muy grande, pero mi lugar es reducido. Hay un vestuario, botas, medias y ropa. Y yo me encierro en ese mundo. Alrededor de eso, un club puede ser enorme. Pero yo no puedo ponerme a mirar eso porque perdería la perspectiva de lo esencial, que es lo cercano.
P. ¿Cómo va su italiano?
R. Lo entiendo todo, pero siempre me han costado mucho los idiomas. Con el inglés llevo desde los 18 años. Con los jugadores hablo en italiano, pero con españoladas. A un defensor no me sale gritarle 'chiudere', sino '¡cierre!'
P. Tres de sus abuelos son italianos. ¿Ha vuelto a sus orígenes?
R. El origen de todos los argentinos es italiano o español. Por ejemplo, a mí me gusta mucho la comida italiana porque me encanta la pasta. En eso somos muy parecidos a los italianos.
P. ¿Su esposa, Cintia, trabaja?
R. Sí, trabaja mucho en la casa. Lleva todo lo que no tiene que ver con el fútbol. Es una gran compañera, una gran receptora y apaciguadora de momentos. Hay que ser muy solidaria para soportar a un entrenador. Porque no hay vacaciones de invierno ni cumpleaños...
P. ¿Ha elegido vivir en Como, a 40 kilómetros de Milán, porque es una zona tranquila?
R. La tranquilidad no depende de donde uno vive. He vivido en Buenos Aires y he tratado de vivir a mi ritmo. Necesito esa tranquilidad. Y me disciplino para ello. Lo necesito en un momento dado.
P. Sin embargo, en los días de partido apenas come.
R. Es cierto. Casi no como. Por la intensidad y ansiedad, me cierra ciertos movimientos. Si me dicen: 'Vamos a tres cuadras del hotel'. ¡Yo no voy a ningún lado! Estoy metido en ese mundo y a mí nadie me puede sacar. Es un bloqueo que lo vivo y hasta me gusta.
P. Si, como dice Di Canio, el Juventus en Italia es el establisment y el Milan, la organización, ¿qué representa el Inter?
R. La pasión de sus tifosi.
P. ¿Le recuerdan mucho a Helenio Herrera?
R. Siempre. Es normal. Fue una etapa gloriosa, en los años sesenta, de la historia del Inter.
P. Herrera fue un gran impulsor del catenaccio. ¿Se identifica?
R. Si el catenaccio me garantizara ganar todos los partidos, ¿por qué no? Pero no alcanza.
P. Usted es un técnico conservador.
R. Me gusta la seguridad. Y para tenerla debemos conservar algunas formas. A partir de ahí están todas las innovaciones que necesitamos. No voy a encerrarme ni a quedarme quieto: ése sería un conservadurismo irreal.
P. Parece a sus anchas en Italia, sin las pretensiones estéticas que le exigían en el Valencia.
R. El aficionado de Mestalla me decía: 'Vamos a ganar'. Y el de San Siro, 'Andiamo a vincere'. El día que uno venga y me diga: 'Jugamos bonito', entonces yo veo las cosas distintas. Pero los equipos que ganan no juegan mal.
P. ¿Cree que Ronaldo puede volver a ser el que fue?
R. Estoy convencido. El problema es que se haya podido mitificar lo que fue Ronaldo y que se le creen unas expectativas que nadie puede cumplir.
P. ¿Y Vieri?
R. Me ha impresionado favorablemente en todo. Me habían comentado ciertas cosas de su comportamiento que no son ciertas.
P. ¿A quién habría votado usted como mejor futbolista del mundo del pasado año?
R. A Figo. Y después, a Raúl.
P. ¿Sigue creyendo que la Liga española es mejor que la italiana?
R. Son diferentes. La italiana es mucho más explosiva, con más ritmo y velocidad. Las canchas españolas, por el clima, son mejores.
P. ¿Se puede comparar este Madrid con el de Di Stéfano?
R. No se pueden comparar las épocas. Este Madrid tiene un gran talento, pero el modelo de organización es el Manchester United.
P. ¿ A qué técnicos admira?
R. A Bianchi, Griguol, Carlos Babington y también a Marcelo Bielsa, que ha hecho un buen trabajo con la selección argentina.
P. ¿Le atrae la selección?
R. Sí, claro, pero no ahora.
P. ¿Qué le ha pasado a su país, Argentina?
R. Ha sido un volcán en el que había un rumor al que no le hacían caso y que ahora ha entrado en erupción. El problema fundamental es de credibilidad. La gente se hartó de creer. Los hechos no se correspondieron con lo que se dijo que se iba a hacer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.