Un gestor vocacional con memoria académica

Tiene en su haber un amplio historial de gestión académica, que arranca de 1976, cuando accedió a la dirección de departamento de Química Física en la Universidad de Valencia. Después, Francisco Tomás fue vicedecano y decano de la facultad de Químicas, director del Centro de Informática, vicerrector de Economía y Finanzas, durante cuatro años, y de Investigación durante los ocho últimos, los de mayor impulso en el campo científico. Sin embargo, este catedrático de Química Física fija su mayor satisfacción en el día que dirigió la primera tesis doctoral, un estudio sobre unas moléculas que son psicofármacos y que abrió el paso a la docencia universitaria a uno de sus alumnos. Desde entonces, ha dirigido una veintena de tesis doctorales. Algunos de sus discípulos son ya catedráticos. 'No hay cosa más satisfactoria que acabar una clase y percibir el reconocimiento de los alumnos', dice.

Él mismo se doctoró con premio extraordinario en Ciencias Químicas en 1971 en la universidad de la cual ahora aspira a ser rector. Si volviera a estudiar se decantaría por la astronomía, una de las materias sobre las que más le gusta leer, además de los textos históricos, pero el campo de actividad de este catedrático de Química Física, como docente y científico, es la estructura microscópica de la materia, que abarca líneas de investigación tan esotéricas para el profano como sugerentes en su nomenclatura para poetas futuristas: luminiscencia, catálisis heterogénea, polímeros conductores, espectoscopia molecular. Todas ellas perfilan el ámbito en el que Francisco Tomás se mueve como investigador, incluso en los momentos más arduos de su tarea gestora. Lo atestiguan casi 140 publicaciones científicas, en forma de artículos en revistas y capítulos de libros, bastantes de ellas realizadas a lo largo de su último vicerrectorado. Como científico, forma parte de diversas entidades españolas, como las reales sociedades de Física y Óptica, y extranjeras (American Physical Society, International Union of Pure and Applied Chemistry).

Comprometido con la vida universitaria desde una óptica progresista, Francisco Tomás participó activamente en las agitadas asambleas de PNN. Tras la aprobación de la LRU, ha sido miembro del Claustro de la Universidad desde su constitución inicial en 1984 hasta ahora, así como de su Consejo Social durante cinco años. Su historial no sugiere una persona con demasiado tiempo libre para sí mismo y los suyos. Sin embargo, casado y con tres hijos, se considera hombre de familia que, cuando puede, pedalea sobre la bicicleta por los caminos de L'Horta de València, escucha música clásica y se toma diez días de vacaciones 'puras' al año. Ha viajado mucho, sin embargo, por motivos de trabajo a distintos paises y, desde hace años, ocupa parte de sus vacaciones estivales en un curso de Física Teórica en Argentina.

La expresión inicial un tanto adusta esconde en Tomás un gran tímido. Quienes lo conocen bien dicen que es un tipo con ideas, pragmático sin descuidar la proyección social de la universidad y con profunda memoria de la institución. Suele marcarse objetivos claros y no se arredra ante las dificultades. De no ser así, tras perder por poco las elecciones a rector en 1994 frente a Pedro Ruiz, no hubiera vuelto a entrar en la lid cuando, tras aprobarse la LOU, más complejo se presenta el panorama para cualquier gestor universitario.