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Entrevista:MAYREN BENEYTO | Directora del Palau de la Música de Valencia

'Aquí la gente no viene a figurar'

Mayrén Beneyto cumple diez años al frente del Palau de la Música de Valencia. Antigua militante de la UCD y de UV, la concejal del PP ha iniciado unas obras de mejora y acondicionamiento del auditorio para no perder el tren del futuro Palau de les Arts. Se declara liberal y se resiste a abandonar el búnker del valenciano no normativo de los programas de mano.

Pregunta. ¿Por qué las obras del Palau?

Respuesta. Llego al Palau hace 10 años y me encuentro con una casa donde se respira el arte y la cultura pero que tiene unas limitaciones enormes. Por ejemplo, hubo unas lluvias muy intensas y tuvimos que desalojar parte del vestíbulo por las goteras. Cuando una ópera tenía varios cantantes, no había suficientes camerinos. Y lo más importante: había que dejar el Palau para grupos valencianos. Las salas siempre estaban cogidas. El Palau había sido un éxito. Ricard Pérez Casado fue muy listo, pero el Palau no estaba pensado para la ciudad, porque eso del microondas es una realidad. Tuvimos que poner aire acondicionado. La puerta a los jardines es poco práctica. Creyeron que había que hacer un Palau, pero no creyeron que iba a tener tanto éxito. Se han quedado obsoletos los camerinos, las duchas...

La demanda es fantástica mientras sean títulos conocidos, de ópera italiana...
La Orquesta de Nueva York vino con 20 patrocinadores. A ver si la valenciana tiene uno

P. El PP se opuso entonces a la construcción del Palau.

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R. En Valencia es normal. Y siempre hay una oposición y un gobierno.

P. ¿Usted también participó de esa crítica?

R. No. Yo consumía música. Vine el día de la inauguración y mira por donde nunca me podía imaginar que luego iba a formar parte del Palau.

P. ¿Cree que el Palau se ha popularizado?

R. Totalmente. Aquí la gente no viene a figurar, viene a oír los conciertos. Sí que viene un tipo de gente curiosa. Las cosas hay que cuidarlas. Hay que dar la música bien preparada, como en Europa entera, da igual el signo político. A veces los más a la izquierda son más elitistas. Ahí tienes Viena, que ha sido de grupos de izquierda y en cambio la gente se ha vestido para ir a conciertos. Aquí en Valencia, no, aunque sí que buscamos crear un ambiente cultural y social. Poner una flores...

P. Destacaría algún director en especial en estos 10 años?

R. Guardo un recuerdo maravilloso de Carlos Kleiber. Estuvo aquí ocho días para ensayar. Todo el Palau tenía una atmósfera especial. También fue emocionante el primer día que García Navarro dirigió la Orquesta de Valencia después de muchísimos años en Valencia. Pero Kleiber, tocando a Beethoven, es el mejor. Que vinieran japoneses a Valencia sólo para el concierto no es normal.

P. ¿Es necesario un palacio de la ópera como el previsto?

R. Un teatro de la ópera es necesario, lo que no sé es si es muy grande. Recuerdo que una noche cenamos con Calatrava y las ideas que tenía eran más que de ópera, de una teatro monumental. Han hecho una apuesta muy positiva y una ciudad como Valencia necesita una teatro de la ópera. Es una de las pocas ciudades grandes que no tiene.

P. ¿Puede haber una colisión entre ambos palacios?

R. Intentaremos ser complementarios. Hay demanda de ópera y ballet, pero también hay que crearla. Hay demanda pero no para ocupar siete días seguidos de ópera. La demanda es fantástica mientras sean títulos conocidos, de ópera italiana, de musicales conocidos... El público quiere lo conocido, pero tenemos la obligación de hacer más cosas. Todo se puede comprar y vender. La apuesta del gobierno valenciano es ser el número uno de Europa.

P. ¿Colaboran ya ambas instituciones?

R. Creo que habrá una armonía estupenda. Cuando ha venido algún director importante, siempre le hemos dicho si quería ver el Palau de les Arts y le hemos llevado. Me he enterado por la prensa de que han venido otros directores como Plácido Domingo, que vino adrede [al Palau de les Arts]... Pues a lo mejor es lógico que yo no estuviera en esa visita. Si la programación sinfónica necesita dos o tres años de programación, la operística más. Por eso estoy convencida de que eso debe estar trabajado y por prudencia no se dice o porque no se sabe exactamente la fecha de inauguración. Por otra parte, considero que el Palau ha creado la semilla de la ópera gracias a las óperas en concierto, en las que se le ha dado mucha importancia a la música. Ahora la ópera que no crea conflicto, sea porque sale un cerdo al que matan, sea por un toro en situación rara, ya no es una ópera.

P. ¿Cómo se mantendrán todas estas infraestructuras?

R. No lo sé. Pero estoy segura de que Pérez Casado no había pensado que se hicieran 300 conciertos al año como ahora y no 50 como al principio.

P. Ha mencionado directores de gran prestigio... ¿cómo les explicaría expresiones como Haydn abajocat que aparecen en su programa de mano escrito en un valenciano no normativo?

R. Ellos no entran en ese mundo. No me he escondido nunca. Soy una persona transparente. Creo que soy liberal. Escribo el valenciano que debo. En el momento en que haya unas normas las voy a cumplir y espero que la Universidad también. Engañaría a nuestros votantes y a nuestro público, si de la noche a la mañana, empezara a utilizar otro valenciano.

P. Como el valenciano que utiliza la Acadàmia Valenciana de la Llengua

R. Ya utilizo el valenciano de la academia [la secesionista Acadèmia de Cultura Valenciana], el de la única que ha habido hasta ahora. No hablo normalmente valenciano. La valenciana es una lengua popular de la que estoy muy satisfecha. Pero la gente viene a oír música. Lo demás son detalles. No soy ninguna abanderada, está pasado de moda.

P. ¿El Palau es el último bastión?

R. Pues qué bien, ¿no?

P. La oposición le critica diciendo que dirige el Palau como un cortijo, que hay despilfarro, que el subdirector musical Ramón Almazán es su compañero. ¿cómo responde?

R. Un cortijo, no. Que mando, desde luego, porque para eso me han puesto. Pero diálogo, también, claro. Tengo muy claro que esto es pasajero. En cuanto al subdirector de música, es una de las personas más expertas y que más saben de música en Valencia y además es presidente de la Filarmónica. Es un hombre muy inteligente. Me acerco a él para que me informe y le da la vuelta. Realmente es un magnífico programador. En su momento, Javier Casal ya me propuso que fuera subdirector de música. Por lo que respecta al despilfarro, hay que decir que los cachés de los grandes directores y orquestas son muy elevados. El gasto es el adecuado.

P. ¿Quiénes son los que más cobran?

R. Los que más cobran son las orquestas americanas y sus directores. Pero ellos vienen con patrocinadores. Ojalá pasara aquí. La última vez que vino la Orquesta de Nueva York vino con 20 patrocinadores. A ver si para la Orquesta de Valencia, que ahora se va a Alemania, podemos conseguir uno.

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