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Reportaje:TEATRO

Peter Brook y la guerra

Javier Vallejo

Caryl Churchill es una optimista bien informada y Peter Brook, un pesimista rebosante de energía y sin tiempo para el desánimo. Dos caminantes avanzando por sendas que convergen en un punto: Far Away. La última obra de la autora británica, que Brook estrenará en París el 22 de enero, tiene una estructura clásica y un desarrollo sorprendente. Su protagonista es Joan, que en el primer acto tiene 11 años y está pasando la noche en casa de sus tíos: no puede conciliar el sueño porque ha escuchado un grito en el jardín y, al salir, ha visto cómo su tío sacaba de un camión a varios niños, golpeándolos con una vara metálica. En el segundo acto, Joan, adulta, diseña sombreros en una siniestra empresa en la que conoce a Todd. En el tercero, él y ella son pareja, y se reencuentran en medio de una guerra universal.

En el reparto figuran Jodhi May (Joan), Kathryn Hunter (su tía Harper) y Julio Manrique (Todd), actor barcelonés que iba a interpretar a Horacio en la versión francesa de Hamlet: 'Brook no quiso sustituir a su protagonista, que sufrió un accidente de coche, y nos propuso montar Far Away. Acababa de suceder lo del 11 de septiembre y dijo que era un gran momento para hacer esta obra, escrita hace dos años, que habla de la realidad de un modo metafórico, esponjoso'.

El primer acto viene a ser una partida de cartas entre dos jugadoras con ases en la manga: Joan pregunta a Harper sobre lo que ha ocurrido en el jardín, y la pilla en mil mentiras. Finalmente, la niña se cree a duras penas que su tío está ayudando a escapar a unos niños refugiados, que la sangre que hay en el suelo es de un delator, y que el chico golpeado es el hijo de éste, que intentaba socorrerle.

Durante el segundo acto, Joan y Todd hablan de arte, critican a su empresa, especulan hasta dónde llega la corrupción en el sector y se tiran los tejos con tino. Pero, ¿qué uso tienen los estrambóticos sombreros que fabrican? Cubrir la cabeza de centenares de reos durante su ajusticiamiento. En el acto final, los tres personajes se cuentan sus experiencias en la guerra que se ha desatado: en China, los gatos, aliados de los franceses, han entrado en las cunas y asesinado bebés; los canadienses se han unido a venezolanos, informáticos y mosquitos; la fuerza de la gravedad está del lado de los bolivianos, y la luz ha causado una masacre en Madagascar. 'Por doquier hay seres asesinados por la heroína, el café, las horquillas, la laca y el humo de la hierba quemada porque se negó a cooperar', dice Joan.

Los ensayos de Far Away comenzaron el 1 de diciembre en una salita del Théâtre des Bouffes du Nord, en el norte de París. 'Desde el primer día, Brook nos puso a todos a 'jugar', que es la palabra que utiliza más a menudo. Con tijeras y cartulinas improvisamos los sombreros del segundo acto y él mismo, a sus 76 años, participó en el desfile de los reos, cubierto con un gigantesco cucurucho de papel maché, y se tiró al suelo en el momento en que eran fusilados', explica Julio Manrique.

'Con él no hay trabajo de mesa ni ideas preconcebidas. Primero se actúa, y luego se reflexiona. Cada pocos días, Marie-Hélène Estienne, la traductora, ha traído una versión nueva. Todo está en perpetuo cambio. No hay diseño de luces, de escenografía, ni de vestuario: Isabelle de Maisonneuve y Philippe Vialatte los rehacen cada día a pie de ensayo'.

Tan importante es el juego

para Brook que, tras un mes de trabajo, cuando las cosas empezaban a cuajar, se trasladó con sus actores a hacer un pase en el aula de un colegio: 'Nos pidió que partiéramos de cero, que reinventáramos el espectáculo. También dijo que íbamos a tener el público ideal: adolescentes que lo ignoraban todo respecto a la autora y a nosotros. Llegamos unas horas antes, hicimos la escenografía con una alfombra, cubos de basura y cajas de botellas, y nos lanzamos a contar la historia de nuevas. Eso obliga a estar vivo, atento, a tope en cada momento. Y al final, hablamos con los chavales, les escuchamos: estaban desconcertados. Brook dice que la obra no se acaba jamás, que el día del estreno es uno más del proceso y que cuando hagamos la última función (el 30 de marzo) seguirá inconclusa'.

En los primeros ensayos, el director invitó a los actores a intercambiar sus personajes: 'Yo he interpretado a la niña, e incluso la escenógrafo ha salido a improvisar los papeles femeninos: todo con enorme libertad'. Far Away dura una hora. Tras el estreno de la versión original en Londres (diciembre de 2000) la crítica confirmó a la autora de Top Girls y Serious Money como la más original, atrevida e impredecible de los dramaturgos británicos.

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Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

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