La avería de un autobús en Moncloa colapsa una hora la entrada a Madrid

La avería sufrida por un autobús de viajeros interurbano, que se quedó parado en el túnel de entrada del intercambiador de transportes de Moncloa, provocó ayer un atasco de varios kilómetros en el carril-bus de la carretera de A Coruña. Más de 20 autobuses se vieron atrapados en ese carril, que, al estar acotado por ambos lados, se convirtió en una ratonera de la que no pudieron salir. Varios cientos de viajeros, después de 45 minutos de espera, se bajaron de los autobuses y marcharon andando por la autopista. El PSOE pide la reforma 'urgente' de este carril.

El incidente ocurrió alrededor de las 9.00, en plena hora punta de esta carretera, una de las más transitadas de la capital. Un portavoz del Consorcio Regional de Transportes calcula que a esa hora, y por ese carril-bus, circula un autocar cada 30 segundos.

El caos se produjo cuando un autobús sufrió una avería a la entrada del túnel que comunica con el intercambiador de transportes de Moncloa, a la altura del kilómetro 3,5 de la carretera de A Coruña, junto al Arco del Triunfo. El autobús, encerrado en el arranque del túnel, no podía ir ni hacia delante ni hacia atrás. Y sirvió de tapón del cuello de botella del carril-bus de la carretera, donde desemboca el carril bus-VAO -por el que sólo pueden circular coches ocupados al menos por dos personas o autobuses- de esta autovía.

Los autobuses de líneas regulares que seguían al autobús averiado se quedaron atrapados sin remedio. Más de 20 de estos vehículos, según un portavoz del Consorcio Regional de Transportes (30, según un testigo), quedaron completamente inmovilizados durante una hora. Además, el atasco se extendió a los otros carriles, utilizados por turismos, que, aunque poseen más vías de escape, también sufrieron retenciones. El embotellamiento podía observarse desde el kilómetro 3,5 hasta el 7 de dicha autovía.

Ante la imposibilidad de mover el autobús averiado, fue requerida una grúa, que tardó cerca de 20 minutos en apartar el vehículo. La carretera, sin embargo, no volvió a funcionar con normalidad hasta las diez de la mañana.

Mientras los operarios sacaban al autobús, los viajeros de los autocares atrapados detrás, ignorantes de lo que pasaba y sin entender por qué estaban parados, comenzaron a impacientarse. 'A los tres cuartos de hora de estar parados, como nadie nos informaba de nada y no sabíamos ni qué pasaba ni cuánto tiempo más estaríamos así, pedimos al conductor que nos abriera las puertas', relata Concha Esteban, de 38 años.

Claustrofobia

'Una señora embarazada, muy nerviosa, decía que se iba a poner de parto por el calor, y otra viajera aseguraba que padecía claustrofobia. Así que, finalmente, el conductor accedió. Nos pusimos a andar en fila india, por la autopista, los de nuestro autobús y los de otros muchos que habían decidido hacer lo mismo que nosotros: estudiantes, señoras con sus niños..., mientras los autobuses seguían parados', añade Esteban. 'A mitad de camino, el tráfico se restableció y los autobuses nos fueron recogiendo', concluye esta afectada.

Varios centenares de viajeros optaron por ir caminando hasta Moncloa. 'Déjeme en paz. Me he dado una paliza a andar... y encima voy a llegar tarde a clase', se quejaba una joven universitaria visiblemente indignada. Otros ciudadanos, también molestos, protestaban porque el caos de tráfico les iba a suponer llegar al trabajo con mucho retraso. Ante esta situación, muchos decidieron cruzar la autopista saltando la mediana y buscando atajos entre el embotellamiento.

Un portavoz del Consorcio Regional de Transportes aseguró que el incidente quedará zanjado 'sin ninguna sanción a nadie, debido a que ha sido una avería que no se podía prever'. Una situación similar se vivió hace unos meses, cuando un autobús quedó atrapado en la entrada del intercambiador de Avenida de América y provocó un imponente atasco.

Eugenio Morales, concejal en Madrid y representante del PSOE en el consejo de administración del Consorcio, exigió 'una reforma urgente del carril bus-VAO y del carril-bus de la carretera de A Coruña'. Según Morales, 'no tiene ningún sentido y es inconcebible' que el carril reservado para estos vehículos vaya encajonado entre dos muros de cemento 'sin balizas u otro sistema que permita, en situaciones como la de ayer, dirigir los vehículos hacia otras vías'.

'Lo mismo se tendría que hacer en el túnel de entrada en el intercambiador de Moncloa: reservar espacio para apartar un autobús por si se atasca, y no sólo por los embotellamientos, sino por razones de seguridad', agregó el concejal socialista.