La alcaldesa de Amorebieta plantea desconvocar la consulta sobre Boroa
Partidos de la oposición pedirán hoy a la alcaldesa que se recupere el referéndum original
Cuatro meses después de que anunciara un referéndum sobre la central energética de Boroa, la alcaldesa de Amorebieta, la peneuvista Begoña Azarloza, ha decidido pedir su suspensión. El boicot de toda la oposición y la plataforma vecinal Zornotza Bizirik a una consulta popular que finalmente se rebajó a una encuesta de opinión con una farragosa pregunta ha dejado solos a Azarloza y a los concejales del PNV.
Ayer, la alcaldesa anunció su propósito de suspender la encuesta por la falta de 'apoyo político y social' y convocó un pleno municipal extraordinario para hoy que ratifique su planteamiento.
Begoña Azarloza ha esperado a la finalización del plazo de presentación de representantes municipales para el control de la encuesta, cuya celebración estaba prevista el próximo domingo. El plazo concluyó a las 14.00 de ayer y, como estaba anunciado, ningún grupo de la oposición (Batasuna, PSE, PP, EA e IU) inscribió interventores para la consulta.
Hasta hace un mes, la mayoría de partidos y la plataforma vecinal apoyaban la consulta popular. Pero el pasado 18 de diciembre, en lo que se interpreta como una cesión a la presión de su partido, la alcaldesa modificó totalmente la pregunta inicial y convirtió la consulta en una encuesta de opinión.
Azarloza y seis ediles peneuvistas tienen abierto desde noviembre un expediente de expulsión del PNV. El presidente vizcaíno, Iñigo Urkullu, afirmó a este diario que la retirada de la consulta cerraría el expediente.
A primera hora de la tarde de ayer, la Alcaldía de Amorebieta envió a los otros 16 concejales la convocatoria de un pleno municipal extraordinario para abordar la desconocatoria de la encuesta de opinión. En el escrito, formulado por el grupo de concejales del PNV, se constata el 'rechazo y la manifestación de no participar [en la encuesta] de [la asociación] Zornotza Bizirik, Batasuna, EA e IU', sin incluir al PP y el PSE, grupos que han rechazado siempre el referéndum inicial y que anunciaron que no participarían en el finalmente convocado.
El grupo peneuvista constata que 'ningún partido o entidad ha presentado ningún representante' para controlar la consulta prevista para el domingo. 'Teniendo en cuenta que consideramos que cualquier iniciativa debe contar con el mínimo apoyo político o social que lo legitime democráticamente', y 'no habiendo podido conseguir un apoyo al planteamiento de encuesta', los ediles peneuvistas proponen la suspensión de la consulta 'sobre la modificación de usos del área industrial de Boroa prevista para el 20 de enero de 2002'.
La pregunta final introducida por el grupo del PNV obligaba a responder afirmativamente para expresar el rechazo a la planta. Su enunciado era: '¿Está usted de acuerdo en cambiar el reglamento de usos para incluir en usos no permitidos las instalaciones de generación de electricidad en el polígono industrial de Boroa'. En cambio, durante tres meses la alcaldesa mantuvo una pregunta más directa: '¿Está usted de acuerdo con la instalación de una central térmica de ciclo combinado en el barrio de Boroa?'
En el pleno municipal del 27 de noviembre, que sirvió para convocar formalmente lo que entonces era consulta popular, Azarloza llegó a afirmar a requerimiento de Batasuna: 'La pregunta era y será: ¿estás de acuerdo con que la central térmica de ciclo combinado se instale en Boroa, sí o no?', según consta textualmente en el acta de la sesión municipal. Ahora, como ya lo hizo al convocar la consulta, la alcaldesa traslada al pleno municipal su propuesta de suspenderla. Ello permitirá el segundo debate público desde septiembre sobre la central energética que promueve la multinacional irlandesa ESB con una inversión de más de 70.000 millones de pesetas.
Los partidos de la oposición censuraron con dureza la actitud de Azarloza y su grupo. Desde su posición contraria a la consulta, el PP calificó de 'incongruencia y farsa' lo sucedido y acusó al PNV de haber querido sólo 'cubrir las apariencias'. Desde el otro extremo, IU pidió la dimisión del equipo de gobierno por 'ridiculizar la consulta y cambiar la pregunta'. Batasuna y EA consideraron 'absurdo' el enunciado y abogaron por recuperar la pregunta original y el referéndum, mientras que el PSE tachó de 'lógica' la retirada y destacó que la alcaldesa 'se ha quedado sola'. Zornotza Bizirik valoró que Azarloza había convertido el referéndum en una 'pantomima' con el propósito de que 'todo el mundo' se desmarcase del mismo.
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