Un hombre muere apuñalado en Arganzuela

V. M., ciudadano rumano de 34 años, falleció junto al número 75 del paseo de Santa María de la Cabeza (Arganzuela), en la madrugada del pasado sábado, tras recibir una puñalada en el costado izquierdo. Fue hallado en el suelo por un trabajador de un establecimiento cercano. Con la víctima se encontraba V. F., su compañero de piso, que presentaba un brazo roto y que aseguró que varios individuos les habían atacado. La policía busca a los presuntos autores de la agresión, así como el arma homicida.

La muerte de V. M. se ha convertido en el primer asesinato cometido en Madrid en 2002. El fallecido es un ciudadano rumano que trabajaba como conductor de una empresa y vivía en España con su esposa y sus dos hijos. Murió a consecuencia de una puñalada en el costado izquierdo en la madrugada del sábado, en plena calle, poco después de encontrarse con un compañero de piso, V. F., de 28 años, frente a unos billares. Su cuerpo quedó tendido sobre el pavimento, todavía con vida, a la altura del número 75 del paseo de Santa María de la Cabeza, en Arganzuela.

Los efectivos del Samur-Protección Civil recibieron una llamada de auxilio a las cuatro y veinte de la madrugada. Al llegar, encontraron a V. M. en estado crítico. Los facultativos intentaron reanimarle, sin conseguirlo, durante 30 minutos. Transcurrido ese tiempo, certificaron su óbito. El cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, hasta donde se desplazaron la madre y la esposa del fallecido. Las dos mujeres se encontraban ayer muy afectadas. Unos amigos de la víctima calificaron al fallecido de 'un buen chico que nunca se metía en problemas' y mostaron su estupor por el suceso.

Testigo crucial

En las inmediaciones del lugar donde fue hallado el cadáver de V. M., el Samur-Protección Civil atendió a otro hombre, V. F., amigo del fallecido y también de nacionalidad rumana, que sufría una fractura en un brazo. Fuentes de la Jefatura Superior de Policía confirmaron ayer que, tras ser atendido de la lesión en el brazo, este joven declaró en dependencias policiales en calidad de testigo. El herido aseguró que varios individuos les habían atacado, golpeándole a él con una barra en el brazo y acuchillando después a su amigo. La policía desconoce aún el móvil de la agresión y la identidad de sus autores. Tampoco han sido encontradas las armas con las que se perpretó el ataque.

Los vecinos del inmueble más próximo al lugar del asesinato no vieron ni oyeron nada. Un trabajador de un hotel cercano relató que había salido a tomar un poco el aire, a eso de las cuatro y cuarto de la madrugada del sábado, cuando oyó lamentos que provenían de la calle. Entonces buscó el origen de las quejas y vio a un hombre tendido en el suelo y a varias personas agachadas sobre él que le gritaron que avisara inmediatamete a la policía.

Una empleada de un comercio cercano calificó la zona como 'conflictiva', debido a los numerosos bares del entorno y a la gran cantidad de personas que van a tomar copas allí. Sin embargo, otros vecinos aseguran que estas calles son tranquilas y que el del sábado es un suceso excepcional en el barrio.