Teatre de Guerrilla regresa al Club Capitol con 'Teatre total'

Cuando en 1997 Carles Xuriguera, Rafel Faixedas y Quim Masferrer fundaron su compañía, escogieron el nombre de Teatre de Guerrilla como constatación de una realidad: la necesidad de ser combativo como un guerrillero para hacerse un lugar en el panorama teatral. El trío, que ha superado el reto con gran éxito, ha recuperado la actitud guerrillera para anunciar la reposición a partir del próximo miércoles, en el Club Capitol de Barcelona, de su primer espectáculo, Teatre total. Vestidos con el uniforme de la guardia cultural, recién creada por ellos mismos, los actores leyeron un manifiesto en contra del vacío de contenidos que detectan en el teatro contemporáneo.

Camisa azul, pantalones beis, chirucas y gesto solemne, los intérpretes manifestaron su voluntad de promover la defensa de las raíces culturales catalanas desde cualquier ámbito. E hicieron un llamamiento a todos los catalanes a sumarse al nuevo cuerpo, cada uno desde su radio de acción: Jord Pujol, Pasqual Maragall, y Artur Mas, a quienes han invitado 'a hacerse guardias culturales', desde la política, pero también los presidentes del Barça y el Español, el abad de Montserrat y los rectores de las universidades catalanas, a los que, según Teatre de Guerrilla, también se ha dirigido la invitación.

En realidad, la guardia cultural es una más de las ironías del grupo, estrechamente relacionada con su espectáculo Teatre total. En el montaje, que inició la trilogía de humor corrosivo de la compañía (completada con Som i serem y El directe), presenta a dos personajes miembros de una fundación cuyo objetivo es recuperar los bailes, canciones, tradiciones y leyendas de Cataluña. De este modo se pretende ridiculizar a una sociedad demasiado aficionada 'a mirarse el ombligo'.