Roca insta a los partidos a reanudar el debate sobre la ordenación territorial

Miquel Roca, ex presidente de la comisión que elaboró la propuesta del nuevo modelo de organización territorial de Cataluña por encargo del Gobierno catalán, instó ayer a los grupos políticos a impulsar de nuevo el debate. Roca afirmó: 'Cuanto más se tarde, peor, porque los problemas estan aquí, son reales, y estamos ante una asignatura pendiente'. Además añadió: 'Cataluña ha de poder dar institucionalmente una respuesta a un problema que todos aceptan, por lo que no parece sensato que un problema de tanta importancia se vaya posponiendo'.

Miquel Roca participó ayer en Lleida en unas jornadas sobre el modelo de organización territorial de Cataluña impulsadas por la Fundación Pi i Sunyer y el Ayuntamiento de Lleida. Roca calificó el informe de 'muy prudente y cuidadoso', aunque comprende que 'cada vez que una acción política opera sobre un hecho vivo como el territorio, se puede perjudicar a unos y beneficiar a otros'.

'La decisión política de esta cuestión tiene cargas de impopularidad, pero no está escrito que las decisiones importantes sean pacíficas'. Miquel Roca considera que en su momento todos los partidos coincidieron en que hacía falta revisar la organización territorial de Cataluña y que 'en algún momento se tendrá que coincidir en la terapéutica adecuada'. En este sentido, Roca añadió que no pretende criticar ni discutir las decisiones de los grupos parlamentarios y que es consciente de que políticamente ha planteado problemas, pero insistió en la conveniencia de impulsar el debate para dar una respuesta a esta cuestión.

Roca dirigió el polémico estudio por encargo de Josep Antoni Duran cuando éste era consejero de Gobernación. Entre sus propuestas más polémicas se incluía la supresión de muchos municipios pequeños y la descentralización de la Generalitat. Nada más hacerse público, numerosos alcaldes de CiU rechazaron el informe y la sucesora de Duran, Núria de Gispert, no dudó en criticarlo públicamente. El informe acabó siendo rechazado por el Parlament el pasado mes de junio.