La Gestora advierte contra 'injerencias y presiones' y fija el Congreso para los días 23 y 24 de marzo

La Gestora del PSE fijó anoche los días 23 y 24 de marzo para la celebración del congreso extraordinario y comprometió a cargos internos e institucionales del partido para cortar la escalada de ataques y descalificaciones de los últimos días.

El máximo órgano de gobierno de los socialistas hasta el congreso advirtió de su intención de no admitir 'injerencias ni presiones de nadie' y apeló a hacer gala de un cierto 'patriotismo de partido' frente a ellas.

El presidente, Ramón Jáuregui, atajó las críticas de partidarios de Nicolás Redondo que cuestionaban su neutralidad por el procedimiento de efectuar su propia autocrítica, y reconoció no haber estado acertado en algunas de sus manifestaciones en los medios de comunicación. Jáuregui se comprometió a atenerse a unas estrictas reglas de imparcialidad y formalizó ante los asistentes su renuncia irreversible a competir por la secretaría general. También reclamó de todos los portavoces y representantes públicos una especial 'prudencia y discreción'.

La Gestora elaborará finalmente una ponencia base de síntesis, que no desean los partidarios de Redondo. Ese documento será debatido por el Comité Nacional el 9 de febrero. Ésa será también la fecha límite para que si alguno de los miembros de la Gestora desea optar a la secretaría general dimita. Igualmente, se pidió que hasta ese día no se abra el melón de las candidaturas. La Gestora calificó el Congreso de 'trascendental', no sólo para el partido socialista, sino para 'la política y la sociedad vasca y española' y señaló que el debate no será 'endogámico'. El Congreso se celebrará en el Palacio del Kursaal de San Sebastián.