Royes anuncia que deja la alcaldía de Terrassa tras 22 años en el cargo

El alcalde de Terrassa durante 22 años, el socialista Manuel Royes, hará oficial hoy su renuncia a la alcaldía. Será en el pleno del mes de marzo cuando el histórico alcalde y actual presidente de la Diputación de Barcelona deje la alcaldía y ocupe una concejalía para continuar ejerciendo como presidente de la Diputación. Su sustituto será el hasta ahora concejal de Cultura y primer secretario del PSC en Terrassa, Pere Navarro.

Según el PSC de Terrassa, la renuncia del alcalde es una decisión personal y no del partido. Es Manuel Royes quien ha decidido irse y será quien hoy, en una rueda de prensa convocada por el Ayuntamiento, explique sus motivos. En un principio, Royes tenía previsto acabar este mandato municipal, el sexto, pero al final renunciará un año y medio antes de lo previsto. Fuentes del PSC sostienen que el partido quiere asegurarse que en las próximas elecciones Terrassa disponga de un claro candidato que haya tenido el tiempo suficiente para afianzarse en el puesto.

Royes, de 61 años, es hijo de una adinerada familia de Terrassa. Su abuelo fue secretario de la Lliga en Terrassa y él inició su andadura política junto a Pasqual Maragall, Isidre Molas y Narcís Serra. Militó en el FOC (Front Obrer de Catalunya) y después se afilió al PSC. Hasta el año 2000 fue secretario de Política Municipal y desde 1987 es presidente de la Diputación de Barcelona. Una larga trayectoria política para un alcalde que ha ganado con mayoría absoluta cinco de las seis elecciones municipales a las que ha concurrido.

Josep Aran, actual concejal de Urbanismo, que en la lista electoral de las pasadas elecciones iba por delante de Pere Navarro, también ha expresado su deseo de ser alcalde. Sin embargo, todo parece indicar que Navarro es quien tiene el apoyo del partido.

Navarro, de 41 años, pertenece a una generación política muy distinta de la de Royes. Empezó su andadura política muy joven, a los 17 años, y siempre ha sido fiel a las ideas del PSC. Llegó a trabajar bajo las órdenes del que fuera todopoderoso secretario de organización de los socialistas catalanes, Josep Maria Sala. Cuenta con el apoyo de la ejecutiva socialista, y sus adversarios le critican la falta de trabajo en el ámbito ciudadano.