El Málaga cumple ante la timidez atacante del Espanyol
El Málaga sigue respirando en La Rosaleda. Esta vez lo hizo ante un Espanyol que se mostró inoperante en ataque, se empeñó demasiado en la triangulación, en el toque inocente, pero que no enseñó los dientes a la defensa local. El espectáculo careció una vez más de brillantez, fue monótono, precipitado y, lo que es peor, sin que el balón acabase donde todo equipo sueña, es decir, en remates a puerta. Un juego contagiado por el gélido viento que irrumpió en el césped y la grada. Sólo los chispazos de Darío Silva y Tamudo intentaron en vano calentar un partido en el que los porteros fueron los que más frío pasaron.
El conjunto de Joaquín Peiró cuajó un partido serio, sobre todo en defensa, y con un doble pivote que se afianza, el formado por Miguel Ángel y Romero. Le faltó lo que viene siendo habitual: la presencia con sentido en el área rival. Padeció otra vez a Dely Valdés, que sin duda pasa por su peor momento desde que llego a España hace más de un lustro. Al delantero no le salió nada.
MÁLAGA 2| ESPANYOL 0
Málaga: Rafa; Josemi, Litos, Fernando Sanz, Roteta; Gerardo, Miguel Ángel (Sandro, m. 86), Romero, Duda (Zárate, m. 63); Dely Valdés (Canabal, m. 76) y Darío Sailva. Espanyol: Mora; Navas, Lopo, Rotchen, David García; Velamazán (Iván Díaz, m. 24), Soldevilla, Morales (Roger, m. 71), De Lucas; Palencia (Aganzo, m. 56) y Tamudo. Goles: 1-0. M. 33. Duda, de falta directa. 2-0. M. 85. Darío Silva, de penalti. Árbitro: Pino Zamorano. Amonestó a Fernando Sanz, Miguel Ángel, Lopo y Tamudo. Unas 13.000 personas en La Rosaleda.
Sí le fue bien a Duda, un hombre rescatado de Segunda B, inquilino habitual de la grada o el banquillo y que ayer tuvo su oportunidad por la sanción de Musampa. No empezó con buen pie, titubeó y cuando parecía que el respetable se lo iba a merendar, transformó en gol una falta que desató el delirio en la grada que antes le silbaba. Duda ha pasado de encabezar la lista de descartes a encarrilar tres puntos, una cifra que esta temporada no le está saliendo barata al Málaga.
El equipo de Paco Flores empezó siempre desde atrás, sensato, circulando el cuero, metro a metro, hombre a hombre. Pero siempre se estrellaba ante la acertada línea de Peiró o encontraba la anticipación de Romero y Miguel Ángel. Viendo que el partido se le iba, el Espanyol adelantó posiciones y dejó unos espacios que el Málaga tampoco se desvivió por aprovechar con contraataques alocados. Y a cinco minutos del final en una de esas contras, Darío Silva sentenció de penalti.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.