Un 'padre' para el euro

En la historia de la moneda única es difícil contar las personas que han hecho posible que la introducción del euro no esté siendo sólo una realidad, sino también un éxito, sobre todo durante los últimos dos años de preparativos logísticos. Sin embargo, se pueden contar con los dedos de las manos aquellos políticos que tienen una trayectoria tan ligada al proceso de construcción europea como la de Pedro Solbes, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios. Su contribución en las negociaciones de adhesión de España a la Comunidad Europea ha sido determinante, bautizó al euro y hoy está consiguiendo el objetivo que se fijó al llegar a Bruselas en septiembre de 1999: meter en los bolsillos de los europeos las nuevas monedas y billetes.

Pedro Solbes, alicantino de 61 años, no puede ocultar su satisfacción al palpar los euros, es demasiado europeísta para negar su emoción por el paso trascendental que la Unión Europea está dando en su proceso de integración. Y guarda un gran respeto por los padres de la moneda única (el alemán Helmut Kolh, el español Felipe González y el francés François Mitterrand). Pero lo que más le impresiona es ver cómo desde el Consejo Europeo de Madrid, en 1995 (fue presidente del Ecofin) se han ido cumpliendo al pie de la letra, paso a paso, los objetivos marcados en el libreto de la unión monetaria y que ya pueden manejar más de 300 millones de ciudadanos. Su humor, en contra de lo que pueda parecer, su dominio del francés y del inglés, su respeto y su prudencia son varios complementos a casi 45 años vinculado a Europa. Él dice que 'las casualidades de la vida' le han llevado a seguir el mismo sendero de la construcción europea.

Solbes empezó su carrera europea en 1968, en el Ministerio de Comercio. En 1973 se trasladó a Bruselas como consejero comercial de la misión diplomática de España ante las Comunidades Europeas. Regresó a Madrid cinco años después como asesor especial del ministro de Relaciones con las CE y al año fue nombrado director general de Política Comercial. Ha sido una de las figuras más relevantes, junto a Manuel Marín, en el grupo de trabajo que negoció la adhesión a la CE y, en 1985, fue designado secretario de Estado de Relaciones con la CE, un año antes de la integración. Todo esto, sumado al cargo de ministro de Agricultura (1991-1993), al de Economía y Hacienda (1993-1996) y al de comisario europeo para Asuntos Económicos y Monetarios (desde septiembre de 1999), le han convertido en la persona que ha participado en más consejos de ministros de la UE. Por eso no se corta en afirmar que ha 'seguido todo en primera línea'.