Zurdos

He estado un tiempo reflexionando sobre las monstruosidades que dijo Vizcaíno Casas recientemente en un programa de televisión. 'Eso, con la derecha, como lo hacen las personas normales y decentes'. Y yo, que tuve que oír durante mi niñez cosas como que tenía los órganos y el cerebro al revés, que era incapaz de pelar una patata sin cortarme, encontré después de la Transición un empleo durante seis años en la hostelería. El tiempo suficiente para convencerme de lo maravillosamente que corto el pan y las patatas con la mano izquierda y no con la derecha como intentaba hacer sin conseguirlo cuando era niña. No obstante, escribo con la derecha, aunque mis equivocaciones me costasen renovar papeles cuando sacaba el permiso de conducir.

Pero la vida te da sorpresas y cuando los profesores me confirmaron que mi hijo era 'absolutamente zurdo', le di un abrazo emocionado y le dije: 'Hijo mío, has tenido la suerte de nacer en un país libre en el que podrás ser tú mismo'. Hoy, algo tan irrelevante como verle escribir es para mí algo maravilloso. Créanme que aunque Vizcaíno Casas crea que en mi casa vivimos dos personas indecentes y anormales, yo por fin, soy feliz.