Las quiebras devastan Japón

La recesión japonesa sigue castigando a las entidades financieras y a las empresas. Los cálculos más extendidos dicen que los bancos tienen préstamos incobrables o de dudoso cobro que ascienden a 1,3 billones de euros y ya es evidente que no pueden seguir apoyando a las empresas. Existen indicios más que suficientes de que las entidades de crédito están abandonando la política de sostener a las empresas y empiezan a contabilizar los créditos de dudoso cobro como pérdidas. Ésa fue al menos la recomendación del primer ministro, Junichiro Koizumi, con el fin de liberar capital para conceder préstamos nuevos.

La señal de los nuevos tiempos fue la quiebra de Aoki Corp., una compañía de construcción que mantenía fuertes contactos políticos con los bancos que la financiaban. Aoki, junto con Mycal Corp., la cuarta empresa japonesa dedicada a la venta minorista, encabezan la amplia lista de quiebras empresariales. A finales de noviembre se habían declarado en quiebra 17.936 empresas, el 2,4% más que en el mismo periodo del año pasado, según los datos facilitados por Teikoku Databank. Las empresas quebradas acumulaban unas deudas de 14,6 billones de yenes -129.000 millones de euros-. Lo peor es que quedan más quiebras por llegar en tanto el sistema financiero japonés se libera del lastre de las empresas con dificultades insuperables.

El número de trabajadores despedidos como resultado de las bancarrota era de 202.565 en el mes de noviembre y la cifra puede superar el récord de 211.291 alcanzado el año de la gran crisis, 1997.

El límite de los 100 yenes

¿Por que va a aumentar el número de compañías quebradas? Los expertos aseguran que las quiebras aumentarán cuando la cotización de las acciones de las empresas caiga por debajo de los 100 yenes. Como ejemplo, el miércoles pasado, 183 empresas de la primera sección de la Bolsa cerraron por debajo de los 100 yenes (un euro son 115,9 yenes)y 70 títulos concluyeron la cotización por debajo de los 50 yenes.

Quince empresas, entre las que se encuentran restaurantes y vendedores mayoristas de carne de res, quebraron entre octubre y noviembre debido al rechazo de los consumidores. Los atentados terroristas del 11 de septiembre obligaron a seis agencias de viajes y a Taisei & Marine Insurance Co. a declararse en quiebra.

Las estrechas relaciones del sistema financiero japonés con las empresas se manifiestan en las pérdidas que sufren los bancos por causa de la financiación empresarial. Mizuho Holdings Inc., Sumitomo Mitsui Banking Corp y otros cuatro de los mayores bancos de Japón calculan que sus pérdidas combinadas totalizaron 560.000 millones de yenes en el primer semestre fiscal y transformaron en pérdidas préstamos incobrables por importe de 1,75 billones de yenes.

Las asociaciones crediticias shinkin y las cooperativas de crédito se han visto especialmente afectadas. Treinta y seis shinkin, muchas de las cuales operaban en regiones no urbanas de Japón, quebraron entre abril y noviembre, casi tres veces más que el año pasado. La reintroducción planeada en abril de un límite de 10 millones de yenes a la protección de los depósitos.