Más allá de las fronteras de Europa

El euro no es tan sólo la moneda única de 12 países europeos con una población conjunta que supera los 300 millones de habitantes. Será también, de forma directa o indirecta, la que circule en muchos otros países, tanto de Europa como de África.

Hay, por ejemplo, cuatro miniestados en los que se convertirá en moneda oficial, sin diferencias con la eurozona, ya desde el primer día del año 2002: Andorra (donde sustituirá a la peseta y el franco francés), el principado de Mónaco (donde rige también el franco francés) y San Marino y El Vaticano (en los que tomará el relevo de la lira italiana).

De una u otra forma, el euro marcará la vida económica de los Estados de la antigua Yugoslavia, con la excepción si acaso (y no por completo) de Eslovenia, candidata a ingresar en la Unión Europea. En Kosovo (oficialmente provincia yugoslava) y en Montenegro (república de la misma federación) la moneda oficial es ya el marco, y a partir del 1 de enero lo será el euro de forma automática. En Bosnia-Herzegovina circula el llamado marco convertible que, cómo no, se transmutará en euro convertible. En Serbia y Croacia, el marco no es moneda oficial, pero sí es la referencia económica clave.

El marco alemán (y a partir del 1 de enero el euro) es la moneda oficial o de uso cotidiano en los países de la antigua Yugoslavia

La adaptación al euro se producirá también de forma paulatina en los países bálticos de la antigua Unión Soviética y en los de la Europa central y oriental y del Mediterráneo, candidatos también a entrar en la UE como miembros de pleno derecho. Cabe suponer también que los tres disidentes de la Unión que no han aceptado el euro (Reino Unido, Suecia y Dinamarca) terminarán haciéndolo, más pronto o más tarde.

Progresivamente, el euro se utilizará cada vez más como moneda de referencia en el mundo, aunque es difícil determinar cuándo plantará de verdad con vistas al dólar. Cuando menos, heredará el papel del marco (de uso ya muy extendido) y, además, será la clave monetaria de los países africanos del área del franco CFA, en los que el franco francés (y ya mismo el euro) está sujeto a un cambio fijo.