Los antibióticos no son útiles

La gripe es un proceso vírico que se manifiesta con fiebre, malestar general, dolor de cabeza o muscular y malestar general. Otros síntomas son la tos seca, dolor de cuello, mucosidad líquida, lagrimeo y dolor al mover los ojos.

Lo más eficaz para bajar la fiebre y calmar el dolor es tomar paracetamol o ácido acetisalicílico, el ingrediente que contiene la popular aspirina. Los tratamientos con antibióticos no resultan útiles y deben descartarse si no es por indicación médica y si no se producen complicaciones en el estado de salud, como el riesgo de una sobreinfección respiratoria. Los responsables de Sanidad aconsejan que, ante la aparición de algún síntoma de la gripe, el paciente llame a un teléfono de asesoramiento (902 111 444) o se acuda a un centro de asistencia primaria, pero no a un servicio de urgencias.

Los primeros casos de gripe empezaron a detectarse en los ambulatorios catalanes el fin de semana de la Inmaculada. El virus gripal detectado esos días era del tipo A, el más frecuente. La vacunación contra la gripe se recomienda a personas mayores de 64 años y este año el Departamento de Sanidad ha distribuido más de un millón de dosis, 200.000 más que el año pasado. La campaña de vacunación se desarrolló entre los meses de octubre y noviembre. La composición de la vacunas de este año era distinta a la de otras campañas. El objetivo de los responsables de Sanidad es que este año no se lleguen a colapsar los servicios de urgencia de los hospitales, como ocurrió en inviernos pasados.