Intermedia decisiva

Estudio de M. Lewitt. Schweizerische Schachzeitung, 1931.

Los finales de reyes y peones constituyen uno de los campos más fascinantes del ajedrez. Encierran inesperadas sutilezas, escapan con habilidad de zorro experimentado de los caminos previsibles y a veces encierran dificultades de asombrosa complejidad. El estudio del compositor polaco M. Lewitt (1863-1936) que hoy traemos a consideración es un buen ejemplo de todo esto. A primera vista parece un claro caso de empate; el rey blanco está arrinconado, el peón de f4 es indefendible y aunque el primer jugador puede pasar un peón en el flanco de dama, éste no debe alcanzar para la victoria, pues el negro también corona. Para encontrar el camino que lleva a la victoria es necesario descubrir una jugada intermedia que implica haber previsto todo hasta el final: 1 c5!, b - c5 / 2 a5 (ahora, el peón blanco corona...) 2... c4 (pero el negro también) / 3 d6! (¿qué sentido tiene el sacrificio de este peón? Si no se tiene, a estas alturas, respuesta a esta pregunta, es que el movimiento ha sido descubierto por casualidad) 3... c - d6 / 4 a6, c3 / 5 a7, c2 / 6 a8=D, c1=D (ahora es como si ambos hubiesen coronado directamente, pero el peón blanco no está en d5 y el negro está en d6 y no en c7. ¿Cambia esto algo esencial? La continuación es muy explícita al respecto) / 7 Dd5 j.! (desde esta casilla clave la dama blanca da un jaque ganador; el sacrificio del peón fue, entonces, de liberación del punto en cuestión) 7... Rf6 (de pronto se evidencia que es el rey negro el que está mal situado; si 7... R - f4 / 8 Dg5 j. ganando la dama) / 8 Dg5 j., Re6 / 9 f5 j. ganando la dama.