El debate está en la red

Qué es verdad y qué es mentira. Daniel G. Andújar trabaja en esa confusión. Cada vez resulta más difícil distinguir entre ambos conceptos. Su complejo proyecto artístico Technologies for the people ha llamado la atención incluso de las grandes corporaciones que consideraban muy serios los servicios de seguridad que ofrecía la supuesta empresa que arranca en 1996 como una compañía virtual. Qué es real y qué virtual.

Hasta el mes de enero, Andújar expone en la galería Visor de Valencia una serie de retratos simulados de piratas informáticos junto con sus correspondientes entrevistas, éstas sí reales, con información verídica de, por ejemplo, códigos de virus. 'Alguno de estos antiguos hackers trabaja ahora para las grandes corporaciones', comenta mientras sonríe este artista alicantino nacido en 1965, autodidacta y ahora especialista en el uso de las nuevas tecnologías como medio de expresión artística y de transgresión. También se reproducen en la muestra otras polémicas fórmulas extraídas de Internet, algunas de las cuales han provocado airadas reacciones, como le sucedió en la gran instalación La sociedad informacional que montó en el Museo de la Universidad de Alicante. Ante las críticas, responde: 'Tener un cuchillo no te convierte en criminal. Son informaciones que están ahí, a las que se puede acceder. La información no criminaliza'.

Andújar reside en Valencia, pero trabaja mucho en el exterior; en Alemania, Inglaterra, Holanda, EE UU..., en sitios donde se cuece el arte más actual. No se corta cuando habla. Ha desarrollado todo un mundo virtual cuya última entrega tiene que ver con la política cultural valenciana. Una completa página web (e-valencia.org) recoge las informaciones culturales que se producen, al tiempo que las ordena y califica. El foro de opinión y la participación de todo aquel que lo desee se encuentran en el epicentro de la propuesta.

Hay espacio para todo. Registra en un apartado cargado de ironía llamativas citas de algunos de los políticos o responsables culturales. La Bienal de Valencia es uno de los temas más en el candelero. Fue invitado a participar, pero renunció, como le consta que hicieron otros: 'No comulgo con la idea de ese uso del dinero público'. No hubo 'ni discusión, ni reflexión, ni nada', añade. Se declara contrario a los grandes proyectos, sobre todo si no hay una formación detrás y un contexto que los genere. Y sobre la acusada tendencia de la Generalitat Valenciana detectada sobre todo en los últimos años de publicar gruesos catálogos a diestro y siniestro, señala: 'En Alemania está mal visto pagar con dinero público esos catálogos'.

Dice que el IVAM ha perdido mucho. Que se ha notado mucho la marcha de profesionales como Vicent Todolí, Nuria Enguita o Bartomeu Marí -'una conjunción difícil de repetir', apunta-, debido a que la dirección no los ha incentivado.

Andújar defiende el desarrollo de proyectos artísticos para implicarse en el uso político de la tecnología. Su discurso se plasma en Internet, que 'debe seguir siendo un espacio público, de libertad'. El intento de control de la información por parte de los gobiernos y de las grandes corporaciones, muchas de las cuales concentran mayor poder que los primeros, puede retrotraer a la sociedad a la Edad Media, afirma.